William Rey, director de la Comisión del Patrimonio de la Nación, se refirió a la estatua en homenaje a Francisco Piria, que se colocará en la rambla de Piriápolis. En diálogo con Agustina Flores en el programa LA TARDE DE RBC, Rey expresó:
“El monumento se materializó sin aprobación de la Comisión del Patrimonio, lo cual es lo primero que quiero destacar. Desde el momento en que nos enteramos de que se estaba construyendo el basamento, me comuniqué con el director de Cultura, Céspedes, y envié una nota al Intendente, solicitando que se formalizara la presentación del proyecto para su evaluación, y que mientras tanto se detuviera la obra.”
“No hemos recibido ninguna documentación. Por lo tanto, aunque la obra esté realizada, no está autorizada. Esa es la situación actual. La rambla de Piriápolis es muy singular, posiblemente la más notable del país por su nivel de ornamentación y por ser una de las primeras ramblas construidas en Uruguay. Es una rambla de gran calidad en términos de diseño y elementos ornamentales, y abarca desde la zona más occidental hasta el puerto. Aunque la rambla continúa más allá, la parte declarada monumento histórico es la más antigua y de mayor valor.”
Rey explicó que, al ser un monumento histórico, cualquier intervención, incluso de mantenimiento, debe contar con la aprobación previa de la Comisión del Patrimonio. “Si se quiere agregar un nuevo elemento, como en este caso, se deben presentar los gráficos correspondientes para obtener la autorización”, aclaró.
También subrayó que el proceso de autorización no lleva más de una semana, por lo que los “apuros” de índole cultural, municipal o política no son excusa para no presentar la solicitud en tiempo y forma. Rey agregó que la Comisión podría solicitar la remoción del monumento, aunque espera que la Intendencia adopte una actitud diferente y cumpla con los procedimientos establecidos.
“No se puede colocar ningún monumento sin la autorización de la Comisión del Patrimonio, esto lo establece la Ley 14.040. Lo que la Intendencia debe hacer es comunicarse rápidamente con la Comisión, enviar toda la información sobre el monumento, y esperar la aprobación o no de la propuesta escultórica, arquitectónica y paisajística”, añadió Rey.
Finalmente, destacó que el proceso no fue el adecuado, pero lo más importante es que el monumento no afecte negativamente al sitio, que ha sido declarado monumento histórico nacional. “Queremos poner en valor el lugar, no necesariamente congelarlo. Un nuevo elemento puede incluso agregar valor, pero eso debe ser evaluado por la Comisión, que es la encargada de decir sí o no. No se puede tomar el camino más corto e instalar un monumento sin los debidos permisos, especialmente en un sitio de tal relevancia”, concluyó William Rey.