Se espera que el proyecto, desarrollado por Oxitec con apoyo de las autoridades locales, ayude a prevenir la propagación de varias enfermedades mortales como el dengue o el zika en los Cayos de Florida.
La empresa británica de biotecnología Oxitec sigue adelante con sus planes de liberar cientos de millones de mosquitos modificados genéticamente para probar una nueva forma experimental de control de la reproducción del ‘Aedes aegypti’, una especie que propaga el dengue, el zika, la fiebre amarilla y otras infecciones potencialmente mortales.
El primer lote de mosquitos fue liberado la semana pasada en los Cayos de Florida, situados al sur de la costa del estado, “tras una década de planificación y aprobaciones normativas”, según confirmó la compañía, respaldada por la Fundación Bill y Melinda Gates, en un comunicado. Detalló que, en los próximos meses, seis lugares “acogerán cajas de liberación de machos de ‘Aedes aegypti’ de Oxitec que soltarán lentamente sus mosquitos machos que se autolimitan”.
El proyecto, apoyado por las autoridades locales, consiste en liberar millones de mosquitos macho con un gen modificado, llamado OX5034, que restringiría la supervivencia de las hembras con las que se aparean. Así, las hembras morirían antes de crecer lo suficiente para picar y propagar enfermedades, ya que solo ellas se alimentan de sangre, mientras que los machos se alimentan de néctares. Cuando los nuevos machos crecen, se aparean con más hembras, lo que reduciría aún más la cantidad de ‘Aedes aegypti’.
Oxitec subrayó que, aunque esta especie solo representa el 4% de la población de mosquitos en los Cayos de Florida, es responsable de casi toda la transmisión de enfermedades en el archipiélago.
Además, la empresa detalló que su tecnología contra el ‘Aedes aegypti’ se probó con éxito en el 2019 en el estado brasileño de Sao Paulo, donde tras solo 13 semanas de tratamiento, lograron suprimir hasta el 95% de la población de esta especie.
Sin embargo, el proyecto fue criticado por algunos residentes de los Cayos de Florida y defensores del medio ambiente, que están preocupados por el posible impacto tanto en humanos, como en otras especies. “Considero criminal que estemos siendo enredados en este experimento. Arriesgamos todo y no ganamos nada, y todo para beneficio de Oxitec”, afirmó la residente Meagan Hull durante una reunión del concejo local el mes pasado.
Fuente: RT