“Cualquier conducta sexual por parte de los médicos es un abuso del poder profesional y una violación de la confianza del paciente, y aunque estas prácticas son poco comunes en la atención clínica son indiscutiblemente inaceptables”, indicó la Sociedad.
Tras los hechos de público conocimiento en relación a la denuncia de una paciente hacia un ginecólogo, la Sociedad Ginecotocológica del Uruguay, se expidió al respecto y repudió fuertemente el hecho.
“Cualquier conducta sexual por parte de los médicos es un abuso del poder profesional y una violación de la confianza del paciente, y aunque estas prácticas son poco comunes en la atención clínica son indiscutiblemente inaceptables”, indicó la Sociedad.
También enfatizaron que las instituciones “deben tener pautas claras que permitan al personal clínico denunciar conductas sexuales inapropiadas o sospechas de conductas sexuales inapropiadas sin temor a represalias”.
Y agregan que los pacientes y familiares “deben tener la oportunidad de expresar inquietudes sobre las interacciones con el personal clínico sin temor a afectar negativamente la atención clínica”.
“Como ya hicimos en otras oportunidades, en función de otorgar las máximas garantías a las usuarias, reclamamos a los Prestadores de Salud la presencia de personal de enfermería acompañando a los ginecólogos/as y obstetras durante toda la consulta médica”, expresó la SGU.
“Desde la sociedad Ginecotocológica del Uruguay deseamos hacer público nuestro repudio a toda conducta que se aparte de la ética del respeto del paciente, y todo acto de abuso sexual o abuso de poder. Somos una sociedad científica que desde sus estatutos tiene por objeto velar por la salud de las usuarias a través del perfeccionamiento y profesionalismo en la especialidad, la cual no tiene espacio entre sus asociados para actitudes y conductas fuera de la ética médica”.
Expresaron que la práctica de la obstetricia y la ginecología “incluye la interacción en momentos de intensa emoción y vulnerabilidad para los pacientes e implica exámenes físicos sensibles y en ocasiones, el intercambio entre colegas de información privada de los pacientes”, comenzó diciendo la SGU.
Indicaron que “el comportamiento “sexual inadecuado” por parte del personal de salud se entiende cuando se utilizan gestos o expresiones seductoras, sexualmente sugestivas, irrespetuosas de la privacidad del paciente o sexualmente degradantes para un paciente, así como también el contacto sexual físico entre un médico y un paciente, ya sea iniciado o consentido por el paciente, o también participar en cualquier conducta con un paciente que sea sexual o que pueda interpretarse razonablemente como sexual”.
Aseguran que en ginecología y obstetricia “son particularmente sensibles los exámenes físicos, los cuales deben explicarse adecuadamente, realizarse solo con el consentimiento del paciente, respetando su pudor y con la cantidad mínima de contacto físico requerido para obtener datos para el diagnóstico y el tratamiento”.
Asimismo, desde la SGU se recomienda ofrecer a los pacientes la oportunidad de hacer preguntas o expresar inquietudes sobre cualquier elemento del examen.
La Sociedad Ginecotocológica del Uruguay recordó que los obstetras y ginecólogos/as están obligados ética y profesionalmente a denunciar la conducta sexual inapropiada o su sospecha por parte de cualquier profesional de la salud a las autoridades correspondientes.
Compartimos comunicado público de la Sociedad de Ginecotología del Uruguay. pic.twitter.com/JDkEAyR1Om
— SAQ (@SaqUruguay) October 1, 2022