Este año se cumplen tres décadas de la “huelga de los 107 días”, la que ofició de antesala para la independencia de los anestésico-quirúrgicos del SMU y la valoración del acto quirúrgico como tal.
Los anestésicos quirúrgicos presentarán el próximo martes 11 de abril los estatutos de su Personería Jurídica con presencia de autoridades nacionales y de la salud.
A 30 años de la llamada “huelga de los 107 días”, el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) recuerda la conquista histórica de derechos y celebra la aprobación de sus estatutos con el compromiso de fortalecer la unidad y la independencia de las 13 sociedades de profesionales miembro.
“Era el momento de cambiar la historia y eso fue lo que hicimos. Todos los cirujanos dimos vuelta una página de la medicina en Uruguay”, dijo el doctor Juan Antonio Echague.
Un poco de historia
En 1993, durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, los anestésico-quirúrgicos realizaron una huelga de 107 días con el objetivo de que la Unión de la Mutualidad del Uruguay (UMU) aceptara el convenio salarial que se había firmado el 28 de diciembre de 1992 para el incremento del acto quirúrgico en el sector privado. Ese acuerdo había sido firmado solamente por el Plenario Intermutual y fue rechazado por la Asociación Española, Casa de Galicia, Hospital Evangélico y Círculo Católico.
En ese momento, los profesionales recibían N$ 3 por cada paciente atendido en policlínica y N$ 45 por tres horas de cirugía. Luego del acuerdo con el Plenario Intermutual, se logró incremento salarial sustancial que estaba más acorde a la tarea y responsabilidad de estos especialistas, cifras que se publicaron en la famosa “Carta a nuestro paciente” de la Mesa de Sociedades Anestésico Quirúrgicas, precursoras del SAQ, y que fueron definidas como “una aproximación a la justicia salarial”.
El médico Alberto Piñeyro así lo recordó: “En marzo de 1993, un plebiscito fue aprobado por el 90% de los anestésico-quirúrgicos, iniciando la famosa huelga de los 107 días, desde el 16 de marzo hasta el 30 de junio, momento en el que la UMU acepta firmar el convenio. Fue una lucha titánica”.
En este sentido, destacó la participación decidida de aquellos profesionales que trabajaban exclusivamente en las instituciones de la UMU y permanecieron esos meses sin ingresos y la actitud del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) que dispuso de un fondo especial de ayuda a pesar de los enfrentamientos. “Fue la primera escisión grande entre el SMU y los cirujanos pero hay que señalarlo porque en toda relación hay de las verdes y de las maduras”, apuntó.
Los desacuerdos entre el SMU y los anestésicos-quirúrgicos se venían gestando desde 1985, a juicio del médico Gustavo Bogliaccini, dado que los asesores del sindicato “no aceptaban ninguna de nuestras reivindicaciones” en las rondas de consejos de salarios. “Para 1992 se generó el conflicto porque reclamábamos que no estábamos siendo defendidos o no habían sido entendidas nuestras reivindicaciones”, añadió.
Tras varios meses de discusión, se aprobó el aumento del acto quirúrgico, el que se financió con el aumento en el precio de los tickets y las órdenes que pagan los usuarios del sistema de salud. Ese convenio se firmó inicialmente por 21 meses y luego fue revisado en 1995 y 1997.
Treinta años después, Echague reflexionó: “Los médicos nunca habían hecho una huelga en Uruguay; no había antecedentes. Primero decidimos parar 48 horas con el temor de si los cirujanos acatarían nuestro llamado puesto que no había gremio. Al otro día nos informaron que ninguno había ido a trabajar”.
El presente
Desde la creación de la Mesa de Sociedades Anestésico Quirúrgicas hasta la consolidación del SAQ, los anestésico-quirúrgicos han trabajado para garantizar los derechos laborales de sus integrantes. En este 2023 se celebra finalmente la aprobación de los estatutos y la designación de autoridades.
El 11 de abril, a las 19:30 horas, en el piso 25 del Hotel Radisson, el SAQ invita a un encuentro de celebración de su historia y logros con autoridades nacionales y profesionales de la salud.
En los estatutos se lee que el objeto social del SAQ es “defender los intereses gremiales” de sus afiliados y ser la “entidad interlocutora ante los distintos niveles de Gobierno y de las Instituciones de la Salud Públicas y Privadas”, al tiempo que busca el desarrollo profesional y académico y cultural de los profesionales y la promoción de la sanción de leyes, decretos, reglamentos y normativa en general, o su reforma, relativos a la formación, al trabajo y a las remuneraciones de los profesionales.
Hoy, el SAQ está integrado por la Sociedad de Anestesiología, la Sociedad de Cirugía Vascular y Endovascular, la Sociedad de Cirugía, la Sociedad de Ortopedia y Traumatología, la Sociedad de Cirugía Plástica, la Sociedad de Urología, la Sociedad Ginecotocolófica del Uruguay, la Sociedad de Neurocirugía, la Sociedad de Cirugía Pediátrica, la Asociación Uruguaya de Oftalmólogos, la Sociedad de Otorrinolaringología, la Sociedad de Endoscopia Digestiva y la Sociedad de Ginecotología del Interior.