Los funcionarios certificados por covid-19 se multiplicaron por 33, según monitor de coordinadora de mutualistas.
A raíz del aumento de contagios, en diferentes instituciones se comenzaron a suspender las cirugías coordinadas y solo se realizan las urgentes y de pacientes oncológicos.
Los datos acerca de la afectación del virus en los trabajadores de la salud, a los que accedió El País, se desprenden del Monitor Covid que puso en marcha la Coordinadora Nacional de Instituciones de Asistencia Médica Colectiva y que analiza también otras variables como: cantidad de llamadas por coronavirus, testeos diarios, pacientes en seguimiento, internados en cuidados moderados y en terapia intensiva.
El vicepresidente del Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) Daniel Reta dijo a El País que según la mutualista varía el número de cirugías que se tuvieron que suspender. “No es parejo, porque en algunas instituciones a la enfermedad del personal se agrega que algunos pacientes que están internados son covid positivos”, explicó. Esto, implica que si tienen la infección no pueden ser operados, salvo en casos de urgencia.
“Lo que es seguro es que se redujo el número de cirugías de coordinación”, afirmó. A esto se suma el hecho de que a fines de diciembre y enero las instituciones bajan la cantidad de intervenciones porque se llevaba adelante lo que se conoce como “feriado quirúrgico”, debido a las licencias que se otorga al personal. En resumen, Reta reconoció una “reducción importante” de operaciones coordinadas y una menor disponibilidad de camas, producto de un mayor nivel de contagios.
Se estiman en 45.000 las cirugías retrasadas producto de la pandemia. A pesar de que, a fines del año pasado, algunas instituciones habían aumentado el ritmo de trabajo para tratar de ponerse al día.
“No tenemos exactamente el número (de descenso de cirugías), pero sí que es bastante importante. Algunas mutualistas pueden tener una reducción de cirugías del orden del 50%, otras pueden ser un poco más o un poco menos”, afirmó.
Reta contó que en su caso se reintegró hace 15 días de la licencia y apenas hizo dos cirugías en la semana. Habitualmente en ese período hacía alrededor de 10 intervenciones.
Normalmente llevar adelante una cirugía requiere un instrumentista con uno o dos ayudantes, un cirujano y un anestesista. A eso se suman dos circulantes de sala (enfermeros). Por lo que, como mínimo son siete personas por operación, dependiendo de la complejidad de la intervención.
Si un integrante del grupo se infecta con covid, el equipo debe ser sustituido por otro. Pero si hay un número importante de ausencias dentro del block quirúrgico, obviamente la cantidad de cirugías se ve afectada porque se trata de personal especializado difícil de reemplazar. “Se requiere cierto entrenamiento y eso no se logra de un día para el otro. No es que se puede sacar personal de enfermería de piso y ponerlo en el block”, explicó Reta.
MSP no quiso flexibilizar
A mediados de este mes, el Ministerio de Salud Pública mantuvo un encuentro con las mutualistas que manifestaron su preocupación por el ausentismo de personal vinculado al covid y la necesidad de evitar brotes a nivel de los sanatorios. Por lo que pusieron sobre la mesa la posibilidad de “flexibilizar” la actividad quirúrgica coordinada.
“No vamos a dar un paso atrás en las intervenciones quirúrgicas, ni en las consultas de especialidades. Vamos a mantenernos firmes en esa posición”, remarcó el ministro de Salud, Daniel Salinas el pasado 12 de enero en conferencia de prensa.
Fuentes del MSP indicaron a El País que no está planteado recoordinar cirugías de forma generalizada, lo que sí si el equipo médico está infectado o en cuarentena “evidentemente hay que hacerlo”. “Nos parece que en esta etapa se debía seguir adelante con la puesta a punto en cuanto a las operaciones”, señalaron los informantes. Indicaron que preocupan todos los niveles de atención y cómo el aumento de casos impacta de diferente manera.
El País