Luego de un relevamiento realizado por las autoridades del Municipio se constató la rotura de 210 barandas y más de 35 pilastras a lo largo de la Rambla de Piriápolis, lo cual motivó la realización de diferentes tareas para su acondicionamiento.
Los trabajos se desarrollaron desde el arroyo Zanja Honda en Playa Grande hasta el final del murallón de Punta Fría.
En ese contexto, se procedió a la reparación y recambio de barandas así como también a la reconstrucción de las pilastras mediante la colocación de moldes para mantener su originalidad.
La operativa, que demandó unos 70 días de trabajo, fue supervisada personalmente por Graña y su secretario, Carlos Ferreira, con el objetivo de finalizar las tareas de forma rápida y eficiente para minimizar el riesgo de accidentes y favorecer el disfrute del clásico paseo local.