El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, considera que el Decreto de Presidencia -redactado por el Ministerio de Industria-, que modifica la normativa antitabaco, “más que flexibilizar, lo que hace es volver más rígido el control” sobre los cigarrillos.
En las últimas horas, se ha generado una fuerte polémica entre gobierno y oposición, por la decisión del Ejecutivo de aprobar un Decreto que modifica los artículos 7, 8 y 10 del Decreto N° 120 de abril de 2019 (relativo al empaquetado y etiquetado neutro o genérico de todos los productos de tabaco y cigarrillos) del ex presidente Tabaré Vázquez.
Las modificaciones planteadas por el gobierno actual permiten la introducción de la “cajilla blanda”, la identificación de la marca en el cigarrillo, y establece sanciones para los comerciantes que vendan cigarrillos de contrabando, que podrán ser condenados a seis meses de prisión efectiva.
El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, dijo que a través del nuevo Decreto no hay cambios a nivel impositivo, ni en los pictogramas de advertencia en las cajillas. “Los pictogramas seguirán igual, así como también la prohibición de estampar publicidad en los paquetes de tabaco”.
En cuanto a la posibilidad de que se incluya la marca en el filtro de los cigarrillos, el secretario de Estado dijo que ello es diferenciar el cigarro nacional del importado, en cada unidad que se esté fumando.
Destacó que existirán también multas por vender cigarrillos de contrabando, lo que antes no existía, por lo cual remarcó que “más que flexibilizar, lo que hace es volver más rígido el control” sobre los cigarrillos.
Además, remarcó que continúan los impuestos al consumo.
Controles de calidad
“No es un tema de beneficiar a la industria tabacalera, sino de beneficiar al consumidor, en el sentido de que consuma un producto que, si bien es perjudicial para la salud, como lo es el tabaco, pero, en definitiva, cuente con los controles de calidad que exigimos en Uruguay”, opinó
El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, opinó sobre el nuevo decreto del Poder Ejecutivo que admite cambios a la presentación de las cajas de cigarrillos de pasar de un envase rígido a uno flexible.
“No hay un cambio a nivel impositivo, no hay un cambio en los pictogramas de advertencia”, afirmó y aclaró que estos ítems seguirán como hasta ahora.
El ministro defendió la posibilidad de pasar a una cajilla blanda como medida para combatir el contrabando de cigarrillos que, entre otros perjuicios, tiene la falta del control de la calidad del producto.
Respecto al nuevo decreto, Salinas afirmó que fue una iniciativa del Ministerio de Industria y que la cartera de Salud Pública tuvo conocimiento y avaló. El ministro interino José Luis Satdjian fue quien lo firmó en representación del MSP.
“Pensamos que no es lesivo en los derechos de información del consumidor”, puntualizó.
“No es un tema de beneficiar la industria sino es de beneficiar al consumidor, en el sentido de que consuma un producto perjudicial para la salud como lo es el tabaco, pero en definitiva con los controles de calidad que exigimos en nuestro país”, afirmó.
“Me parece que más que flexibilizar es volver más rígido el control sobre el tabaco”, resumió.
Cabe consignar que desde el Frente Amplio se alzaron voces contrarias al decreto.
«Muy grave. Atentado a la Salud Pública. Resistir y luego reconstruir» publicó en Twitter la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. A ella le siguió el intendente de Canelones, Yamandú Orsi: “No quedó claro el tema del narcopasaporte. No es buena señal retroceder en el tema tabaquismo. Mientras tanto, los salarios no se recuperan, muchas familias sufren por los efectos de la pasta base y seguimos con problemas de seguridad. Salud, trabajo y seguridad no se negocian”.
“Quienes hoy están en el gobierno no han dejado de favorecer a las empresas nacionales e internacionales.El @MSPUruguay tiene que explicar los efectos de estas decisiones sobre la salud de todos. #PrimeroLaSalud”, sostuvo Mónica Xavier.
Miguel Fernández Galeano expresó: “Destruir las políticas públicas contra el tabaquismo es muy grave y significa pasar por arriba de toda evidencia científica. Estábamos entre los 5 países del mundo con la mayor aplicación del Convenio Marco, los salubristas del mundo no encuentran explicación del retroceso de Uy”.
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