A instancias del equipo del área protegida Laguna Garzón, más de 30 personas, entre representantes de organizaciones y vecinos de la zona, realizaron dos jornadas de restauración dunar con el objetivo de dar respuesta a problemáticas relevantes como la presencia de especies exóticas invasoras y la erosión del cordón dunar.
La actividad consistió en el control de acacias –una especie exótica invasora– en una zona de matorral costero nativo, que es uno de los ambientes que el área protegida busca conservar.
A través del entrelazado de ramas y follaje se van conformando cercas, cuya función es la de captar arena a partir de la acción del viento y así regenerar la duna primaria dañada por la erosión.
Las ramas de acacias provenientes de las podas fueron utilizadas para el armado de 200 metros de cercas captoras, instaladas en una de las zonas más afectadas por la erosión, causada principalmente por el tránsito de peatones y la falta de accesos regularizados a la playa.
A su vez, se colocó cartelería indicando las acciones y los accesos habilitados, y se plantaron 120 plantines de especies nativas psmófilas para ayudar en el proceso de revegetación de la duna.
La actividad contó con el apoyo y orientación del Departamento de Gestión Costera y Marina del Ministerio de Ambiente, la Intendencia de Rocha, la Fundación Lagunas Costeras y el vivero El Chajá (aportó recursos para la realización de la actividad); y participaron como voluntarios: guardaparques del Parque Nacional Cabo Polonio, integrantes de Guardianes de la Costa, del Centro de Estudiantes de la Licenciatura en Gestión Ambiental del CURE-UDELAR, la Cooperativa “Endémica”, estudiantes de la UTU-Arrayanes, Aguará Popé y vecinos de la zona.
La sinergia entre los participantes generó el compromiso de continuar con este tipo de acciones de regeneración dunar, un componente relevante de adaptación al cambio climático y de conservación del área de manejo de hábitats y/o especies Laguna Garzón.