Este viernes 4 de junio, en la antesala del Día Mundial del Medio Ambiente, se realizó la entrega de distinciones del Premio Nacional de Ambiente “Uruguay Natural”, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Centros educativos, organizaciones sociales, empresas y municipios recibieron este reconocimiento por sus acciones de cuidado ambiental, sensibilización, promoción de buenas prácticas y sostenibilidad, en presencia del Presidente de la República, Luis Lacalle Pou; la Vicepresidente, Beatriz Argimón; el Ministro de Ambiente, Adrián Peña, y el Subsecretario, Gerardo Amarilla; entre otras autoridades.
El Premio, lanzado por el Ministerio de Ambiente (MA) el pasado 24 de febrero, busca reconocer acciones que trabajen la sostenibilidad como forma de mitigar los problemas presentes vinculados con el ambiente, así como la promoción de buenas prácticas y generación de conciencia ambiental para incidir en el presente y legar un mejor ambiente a las futuras generaciones.
La bienvenida estuvo a cargo de la Vicepresidente, Beatriz Argimón, quien destacó el compromiso del Gobierno con los temas ambientales, materializado en la creación del propio ministerio para jerarquizarlos, y la relevancia de la participación y el compromiso ciudadano.
A continuación tomó la palabra, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, quien señaló, “No hay cuidado del ambiente sin conciencia ambiental por parte de los ciudadanos. En la Ley que le da creación al Ministerio se nos otorga la competencia de trabajar y construir esta conciencia”.
Agregó que desde el MA se están realizando dos acciones que van en este camino, “una de ellas es la iniciativa de la Red de Promotores Ambientales donde se han inscripto más de 800 personas de todo el país. Mediante encuentros formativos en los distintos departamentos, proponemos conformar una red a nivel local y nacional que potencie y promueva las acciones ambientales. Ya tuvimos encuentros en Montevideo y Paysandú. La emergencia sanitaria nos llevó a hacer una pausa, pero esperamos retomar apenas se pueda volver a la presencialidad. Esta iniciativa nos permite tener multiplicidad de personas vinculadas estrechamente con el Ministerio y transformarlas en líderes que puedan extender esta conciencia en su territorio”.
“La otra iniciativa es la que nos encuentra hoy aquí, el Premio Nacional de Ambiente Uruguay Natural (…) Decirles que desde el Ministerio estamos muy satisfechos con el proceso de postulación, que da cuenta de esta ciudadanía ambiental activa, comprometida y responsable que queríamos visibilizar. El ciudadano uruguayo demuestra siempre un fuerte compromiso por estas causas y llegó el momento de reconocerlo”, expresó Peña.
Más de 60 postulantes se presentaron para participar de esta convocatoria, que incluyó en sus categorías: centros educativos, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos locales y empresas.
En todos los casos se trata de experiencias de cuidado ambiental y sostenibilidad, innovadoras, participativas, impulsoras de nuevas prácticas. Los distinguidos son solo una pequeña fracción, representativa de la multiplicidad de experiencias, de conocimiento generado y de investigación en ambiente que se desarrolla a lo largo y ancho del país.
La tarea involucra a los más diversos actores, tanto del ámbito público como privado, desde una gran empresa a una pequeña escuela rural, una gremial, una asociación de vecinos o un organismo departamental. A través de este Premio se busca reconocer esas experiencias, que por más pequeñas que parezcan suman a un todo que nos beneficia.
El Comité Evaluador que tuvo la compleja tarea de seleccionar entre estas propuestas, estuvo integrado por: el Ministro de Ambiente, Lic. Adrián Peña; Director Nacional de Energía (DNE/MIEM), Lic. Fitzgerald Cantero; el Asesor del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Ing. Agr. Alberto Majó Piñeyrúa; y por la Universidad de la República, el Antropólogo y Docente Javier Taks.
Innovación, circularidad, participación y educación ambiental
Entre los distinguidos en esta primera edición del Premio Nacional de Ambiente “Uruguay Natural”, destacan el desarrollo de experiencias en educación ambiental, gestión integral de residuos, promoción de buenas prácticas ambientales y desarrollo sostenible.
La innovación, la economía circular como paradigma, la participación, la educación y la conciencia ambiental, son características que se destacan en las iniciativas presentadas.
Las categorías del Premio incluyen: centros educativos, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos locales y empresas.
Por Centros educativos, el Premio Nacional de Ambiente lo obtuvo el Colegio Ciudad Vieja, por su proyecto “Patio Mainumby: aula expandida para la educación ambiental comunitaria”. En su desarrollo, se transformó un baldío en un espacio urbano para la educación ambiental, de uso comunitario, sumando esfuerzos organizacionales. Se trata del “primer jardín nativo urbano en Montevideo y aula verde, con contenido educativo y cultural inédito en el Casco Histórico”. Resuelve uno de los grandes retos ecológicos que enfrentamos: generar acciones de educación ambiental para la biodiversidad y la formación de niños y jóvenes como sus promotores.
En la categoría Empresas – Mipymes, el Premio fue para RCD Reciclaje, por su propuesta de gestión integral de residuos de la construcción, de los que se generan nuevos productos. La propuesta ofrece distintos productos a partir de escombros procesados como áridos reciclados y nuevos productos a partir de hormigón reciclado, evitando la disposición final de este residuo y reinsertándolo en el ciclo constructivo.
En la categoría Grandes Empresas la distinción del Premio fue para Farmashop, por su proyecto de gestión integral de recursos, con participación de trabajadores y la comunidad, para “prevenir cualquier forma de contaminación a partir de las actividades realizadas en sus más de 100 locales distribuidos en todo el país”. El proyecto aborda la gestión de residuos sólidos de la empresa, con énfasis en medicamentos vencidos (y participación de vecinos), revalorización, reciclaje y disposición final; y la eficiencia energética, tanto a nivel de locales como de su flota de vehículos.
En la categoría de Gobiernos Locales, el Premio fue para el Municipio Colonia Valdense, para su proyecto que incluye: clasificación, reutilización y reciclaje de residuos, mediante calendario de recolección clasificada, chipeado de poda para compost, reciclaje de pet; iluminación fotovoltaica; flota de vehículos eléctricos; y promoción del involucramiento social en el cuidado del ambiente.
En Organizaciones de la Sociedad Civil, el Premio fue para Repapel, una organización que desde hace 20 años aborda la problemática socioambiental que generan los residuos, desde una perspectiva integral, crítica y participativa. “Desarrollamos un sistema de economía circular para la gestión de materiales reciclables en empresas y organizaciones, que permite la ambientalización y transversalización del currículo educativo, con experiencias prácticas y tangibles. Así, construimos el ambiente en el que queremos vivir y el que queremos dejar a las futuras generaciones”.
Las distinciones, incluyeron menciones en las distintas categorías:
Liceo Verde (centros educativos) de Pan de Azúcar, por sus actividades asociadas a la mejora de procesos de clasificado y reciclado de residuos, aprovechamiento de energía solar pasiva, formaciones en producción ecológica de alimentos, re diseño ecológico de espacios verdes, bioconstrucción, etc.
Arenas de Vidrio (Mipymes), por su propuesta sobre gestión integral de residuos que investiga y propone soluciones al descarte de vidrio de envases, con la premisa que el material puede ser transformado en sustituto válido de un recurso natural como la arena en prácticamente todos los usos que a ésta se le da, bajo el paradigma de la Economía Circular.
Lanas Trinidad (Grandes Empresas), por su propuesta que minimiza los impactos ambientales de su proceso industrial, aplicando una estrategia de Economía Circular, a través de la recuperación de grasa de lana (para industria farmacéutica y cosmética); digestión anaerobia de efluente con captura de biogás y generación eléctrica de fuente renovable; riego de árboles con efluente (para fijación de carbono y reciclado de nutrientes); uso agrícola de polvo de lana como mejorador de suelos.
Municipio Solís de Mataojo (Gobiernos Locales) por su propuesta de clasificación de residuos, que incluye la clasificación de plástico, cartón y aluminio; la colocación de bolsones para clasificar plástico; baldes de 20 lt para residuos orgánicos; y el compostaje domiciliario y en centros educativos a través de pacas digestoras.
Fundación Logros (Organizaciones de la Sociedad Civil), por su proyecto de Desarrollo Territorial Sostenible en Baltasar Brum. “Junto a la comunidad de Baltasar Brum creamos un modelo de desarrollo local sostenible -integrando 14 ODS- para revertir la situación de vulnerabilidad socio-económica-ambiental del pueblo”. En un Centro Modelo Autosostenible, construido para capacitaciones, investigaciones y proyectos complementarios (ambiental, educativo, social, productivo) se generó un sistema integrado de producción de alimentos orgánicos en armonía con el medio, generando conciencia y acciones socio-ambientales sistémicas.
“Un Premio compartido. Si cuidamos el ambiente, ganamos todos”.