El viernes 28 de diciembre, a las 19 horas, el equipo de Sobre Ruedas dará a conocer una innovadora silla anfibia para que personas con movilidad reducida o nula puedan desplazarse por la playa e ingresar al agua. El lanzamiento tendrá lugar en el local de la empresa, ubicado detrás de la pista de skate de Piriápolis (Santos Negro y Misiones).
Andrea Cerdeña y Diego Caraballo son los responsables de Sobre Ruedas y también los creadores de la nueva silla anfibia. Este modelo, que partió del anterior ofrecido durante la pasada temporada de verano, brinda mayor comodidad, más seguridad y fue fabricado con materiales importados.
“Luego de la prueba técnica del primer prototipo de sillas anfibias, en la temporada 2018, recabamos mucha información a través de opiniones de los usuarios; esto lo volcamos a nuestro segundo diseño y, además, mejoramos los materiales. Trabajamos durante todo el año para dar continuidad y optimizar el servicio”, indicó Cerdeña.
La iniciativa, que es gratuita, busca que las personas con movilidad reducida puedan desplazarse por la arena y disfrutar del agua en las playas de Piriápolis. Para eso, Sobre Ruedas implementó un sistema de reservas a fin de que todos los interesados puedan acceder al servicio.
Para hacer la solicitud están disponibles los celulares: 092 392 953 y 099 676 404; además de las redes sociales Instagram, Facebook y Twitter. También se puede solicitar la silla en el local de la empresa, en el horario de 9.30 a 13.30 y de 16.30 a 20, todos los días de la semana.
“Seguimos trabajando para producir más sillas anfibias, que son únicas en Uruguay. Con este servicio las personas con discapacidad tienen la posibilidad de ir a cualquier sector de la playa, de disfrutar del mar en sus vacaciones sin presencia de extraños”, expresó Caraballo.
Sobre Ruedas está conformado por los emprendedores Cerdeña y Caraballo que desde 2016 alquilan bicicletas en Piriápolis y, en 2017, incorporaron el préstamo gratuito de sillas anfibias creadas por ellos mismos. El emprendimiento funciona en un predio cedido por el Municipio de Piriápolis que, además, se hizo cargo de los costos de los materiales para la nueva silla.
“No poder ingresar al mar por tener un impedimento físico es desolador y acentúa la discriminación. Además, está comprobado que un baño de mar estabiliza el estrés y reduce la ansiedad”, señalaron los creadores de la silla.