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Maestro panadero Alberto Miranda comienza a enseñar en el taller de panadería del Merendero ‘Pan de Vida’

Como parte de las acciones solidarias silenciosas que realiza la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), esta semana comenzó a funcionar el taller de panadería a cargo del maestro panadero Alberto Miranda, que brindará en el horno de pan recientemente construido en el Merendero Pan de Vida, en el asentamiento 21 de enero.

Según contó al Portal del PIT-CNT el integrante de la dirección de la FOEB y del sindicato de Pilsen, Juan Arbolella, desde que el merendero se inauguró el 20 de junio de 2022, se han venido desarrollando distintos talleres de aprendizaje de lunes a viernes, destinados a las y los vecinos del barrio.

“Fuimos viendo que una de las oportunidades que teníamos allí para crecer fue construir un horno de barro, y así fue que nos vinculamos con un profesor solidario que recorre el país construyendo hornos de barro de manera gratuita, para apoyar de esa manera a innumerables merenderos, comedores y espacios de organizaciones sociales”.

En la FOEB se enteraron de la tarea solidaria de Alberto a través de un militante del sindicato de la bebida y lo contactaron. “Le contamos nuestras acciones y la idea que teníamos y de inmediato se puso a las órdenes”.

Fue tanta la sinergia en el trabajo cotidiano de la construcción del horno y el cariño que recibió de la gente del merendero y de la Federación, que Alberto ofreció dar clases gratuitas, en formato taller de panadería, para el barrio y para todos aquellos que quisieran sumarse. “Invitamos a participar a niñas, niños, adolescentes y grandes. Toda persona que quiera venir a aprender panadería es bienvenida”, explicó Arbolella. Todo lo elaborado allí es donado a la merienda de los niños y niñas que concurren diariamente al merendero. Cabe destacar que Alberto no vive en Montevideo. Él vive en Piriápolis donde tiene un almacén de barrio, que es el sustento de su familia. Por ello dice que puede “darse el lujo” de salir de manera solidaria y sin pedir nada a cambio a transmitir su conocimiento y experiencia de tantos años de oficio como maestro panadero y constructor de hornos de barro.

“El horno que nos construyó a nosotros en el merendero es el número 76 de todos los que ha hecho en todo el país”.

Pero la tarea de Alberto no termina acá. Días pasados fue invitado a viajar a Venezuela y allá fue para construir dos hornos y una cocina de barro, también de manera solidaria.  

Para la gente de la FOEB que tuvo la idea de convocarlo a participar del proyecto solidario en el Merendero Pan de Vida, “se trata de pensar soluciones y acciones concretas que le mejoren la vida a las personas del barrio y a las familias. En otros momentos tal vez nosotros llegábamos, brindábamos los alimentos para la olla popular y nos íbamos. Eso cambió, nosotros cambiamos. Ahora nos parece más útil dar herramientas y brindar respuestas para que las familias aprendan un oficio accesible, de gran utilidad y cuyo resultado además, se puede aprovechar en lo inmediato para alimentar a las personas. Es algo que valoramos mucho porque también nos cambió a nosotros mismos la forma de ver esta actividad en el barrio”.

Información

Los talleres se  brindan de lunes a viernes a partir de las 14 horas, para culminar las preparaciones del día en el horno de barro, niñas en el entorno de las 17 horas, un poco antes que lleguen los niños y que concurren al merendero todos los días. Además de panadería, en el Merendero Pan de Vida ya se han realizado talleres de peluquería, música, prácticas de deporte, boxeo, huerta, juegos y recreación infantil.

Actualmente, de lunes a jueves concurre una maestra a brindar apoyo escolar a los niños y niñas que más lo necesiten. Y los viernes, las clases son para adultos, para enseñarles a leer y a escribir.

Según contó Arbolella al Portal, “la de los adultos es una experiencia fascinante porque en general ya han incorporado las letras, pueden reconocer palabras y frases, pero todo lo tienen muy precariamente y acá aprenden a perder el miedo a leer en público, y rápidamente aprender a leer bastante más fluido que lo que ellos mismos pensaban que podrían lograr. Es muy emocionante poder hacer eso por el barrio, por la comunidad de manera solidaria y silenciosa”.

Portal del PIT-CNT

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