Dentro de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares hay algunos comportamentales que tienen importante incidencia, a continuación se detallarán algunas observaciones que se desprenden de estudios realizados a nivel nacional con relación a ellos.
La alimentación saludable y balanceada es fundamental para la prevención de todas las enfermedades no trasmisibles; el 89 % de las mujeres de 15 a 64 años consume menos de las cinco porciones diarias de frutas y verduras recomendadas.
En lo que refiere a la actividad física, el 24.5 % de las mujeres del mismo rango de edad son inactivas, una marcada diferencia estadística respecto de los hombres que son más activos, y el 24.4 % son sedentarias. Esta tendencia se observa desde edades tempranas puesto que únicamente el 8.9 % de las adolescentes de entre 13 y 17 años realiza actividad física mientras que el 18.9 % de los varones de ese grupo etario lo hacen de acuerdo con las recomendaciones internacionales. Asimismo, el 62.6 % de las adolescentes son sedentarias. (Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles, 2013 y Tercera Encuesta Mundial de Salud en Estudiantes, 2019).
En los últimos años se ha visto un estancamiento en la reducción del consumo de tabaco en mujeres de entre 15 y 65 años, mientras que ha continuado una tendencia decreciente en los varones, a la vez que la edad de inicio de consumo se ha venido reduciendo: mientras que las mujeres de 56 a 65 años manifestaron haber iniciado el consumo a los 17,3 años de edad, las de entre 15 y 18 manifiestan haber iniciado sus hábitos de tabaquismo a los 14,9 años. (VII Encuesta de Consumo de Drogas en Población Adulta de la Junta Nacional de Drogas de 2018).
En lo que se refiere al consumo de alcohol, la prevalencia es mucho mayor para las más jóvenes puesto que el 81.3 % de las mujeres de entre 26 y 35 años consumieron alcohol en el último año, mientras que ese porcentaje se reduce a 54.4 % en el rango de mujeres de entre 56 y 65 años si se tiene en cuenta el mismo lapso de tiempo. Por otro lado, la brecha de edad del inicio de consumo de alcohol entre mujeres y hombres se acortó en los últimos años – antes era de cuatro años y ahora es de uno-, las mujeres más jóvenes inician el consumo de alcohol a edades más tempranas. Además, son las mujeres las que tienen mayor prevalencia de episodios de abuso de ingesta de alcohol: casi un tercio de las adolescentes presentaron una de estas situaciones en los últimos 15 días mientras que uno de cada cuatro adolescentes varones tienen un episodio de abuso de alcohol en los últimos 15 días. (VII Encuesta de Consumo de Drogas en Población Adulta de la Junta Nacional de Drogas de 2018).
Además de los factores de riesgo conductuales descritos previamente, existen los factores de riesgo metabólicos. Se observa que el 56,4 % de las mujeres de 15 a 64 años presenta sobrepeso y obesidad mientras que en las adolescentes de 13 a 15 años este guarismo es de 34,6 %. Este índice aumentó sensiblemente en relación con los números de 2012, año en que la prevalencia fue de 25,0 %.
También se observa que el 27,4 % de las mujeres de entre 15 y 64 años presenta hipertensión arterial, el 6,1% padece diabetes y el 19,0% tiene la colesterolemia elevada. (Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles, 2013).
Por esta razón, se considera importante seguir trabajando en la promoción de la salud y de comportamientos saludables, en el diagnóstico temprano, tratamiento y prevención de las complicaciones de las enfermedades cardiovasculares. El Ministerio de Salud Pública ha incluido en sus Objetivos Sanitarios Nacionales líneas de acción relacionadas con la prevención, el diagnóstico temprano, el tratamiento y la prevención de complicaciones de las enfermedades cardiovasculares. De la misma manera, se impulsa una agenda integral para el control del tabaco y medidas para favorecer la alimentación saludable y la reducción del consumo nocivo de alcohol. Recientemente se creó también en la órbita de la cartera el programa de Actividad Física y Salud con el cometido principal de promover la actividad física y la disminución del comportamiento sedentario en la población y de impulsar al deporte como un componente importante de la actividad física.