“La justicia como tal solo puede ser asegurada con instituciones fuertes, separación de poderes y respeto a los derechos humanos”
En la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, que se desarrolló en la mañana de este sábado 25, en Santo Domingo, el mandatario uruguayo estuvo acompañado por el canciller de la República, Francisco Bustillo. Lacalle Pou cerró las intervenciones de los presidentes tras la apertura del gobernante del país anfitrión, Luis Abinader.
En su oratoria, Lacalle Pou celebró que se realice, en el marco del encuentro, la Cumbre Iberoamericana de Jóvenes Líderes. “Es un baño de realismo y de optimismo que jóvenes de distintos países vengan aquí a abrazar las causas de sus naciones a tan temprana edad y que crean que la actividad política es el instrumento válido”, consideró. También, se refirió a la Cumbre Iberoamericana de Empresarios y resaltó la interacción que propició entre los jefes de Estado y el sector privado. En ese sentido, expresó: “Quedó claramente establecido ese entrelazado que hay para el progreso de nuestras sociedades entre el Gobierno y los empresarios”.
Además, criticó la tendencia en la región de buscar a los responsables de sus males fuera de las propias naciones.
Por otra parte, se refirió al lema de la reunión, “Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible”, e hizo hincapié en las exigencias de esos términos. En ese sentido, dijo que la meta de justicia y sostenibilidad requiere de trabajo y de la aceptación de algunos temas que parecen de sentido común, pero, lamentablemente, todavía son discutibles.
Al respecto, subrayó que arrogarse la posibilidad de la justicia, que es imperfecta, por ser humana, es muy complejo. Consideró que, hasta el momento, no hay sistema mejor que la democracia. Añadió que la justicia como tal solo puede ser asegurada con instituciones fuertes, separación de poderes y respeto a los derechos humanos.
Enfatizó que la democracia, para que sea plena, no debe ser solo un sistema electoral, elecciones en determinados plazos y el respeto a los poderes, sino que también debe servir a aquellos ciudadanos bajo esos gobiernos. “Sobre todo, los que más necesitan de la democracia, que siempre son los más débiles”, puntualizó, y agregó: “Si hay algo que hace la democracia, es proteger a aquellos que realmente no lo pueden hacer por sí”.
Luego señaló que la sostenibilidad, además de la valoración ambiental, debería tomarse en cuenta para los procesos políticos y subrayó su postura optimista respecto al ecosistema. “Por primera vez en mucho tiempo, en la mayoría de los foros internacionales, veo que lo ambiental va de la mano de lo económico”, aseguró.
Opinó que desde las Naciones Unidas hasta distintos bancos internacionales de crédito empiezan a entender y a compartir que los procesos amigables y sostenibles son valorados desde el punto de vista económico. Los países participantes en el foro se encuentran entre los mayores productores de alimentos y recursos naturales, y las nuevas energías basadas en elementos renovables, entre las que se encuentra el hidrógeno verde, cuentan en Latinoamérica con una oportunidad de desarrollo, indicó.
En el final de su oratoria, Lacalle expresó su optimismo en lograr puntos de encuentro entre los países que integran la cumbre. “Es cierto que juntos somos más, es cierto que cada país tiene sus fortalezas y sus debilidades, pero, como decía ayer uno de nuestros colegas, trabajemos hasta en aceptar y en convivir con nuestros disensos”, dijo, y concluyó: “Nuestros consensos o nuestras cosas en común es lo que nos hacen fuertes, nos han hecho en la historia y seguramente en el porvenir”.
Participaron en la reunión los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Alberto Arce; Chile, Gabriel Boric; Costa Rica, Rodrigo Chaves; Cuba, Miguel Díaz Canel; Ecuador, Guillermo Lasso, España, Pedro Sánchez; Guatemala, Alejandro Giammattei; Honduras, Iris Xiomara Castro; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, así como el primer ministro de ese país, Antonio Costa. También expusieron el rey de España, Felipe VI, y los representantes de Andorra, Brasil, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.
En la ocasión, la República del Ecuador asumió la secretaría pro tempore de la cumbre.