Katoen Natie invertirá, por intermedio de su empresa Indaver, en la construcción de la que será la mayor planta de reciclaje del mundo.
Fernand Huts, que estuvo en marzo de este año en Uruguay, es propietario de Katoen Natie y compró la empresa especializada en reciclaje de residuos Indaver en 2015.
La obra de la planta de reciclaje, que aún no está confirmado dónde será instalada, requerirá una inversión de 250 millones de euros, y allí se reciclará químicamente el plástico de poliestireno, con el cual se hacen tarros de yogur, bandejas de carne y espuma de poliestireno, mediante un nuevo proceso que permitirá descomponer sus componentes básicos para que se puedan reutilizar.
Según informó Paul De Bruycker, director general de Indaver, la empresa trabajó durante siete años para poner en orden la tecnología. La empresa también incursionará en otro frente en la industria del reciclaje: buscará utilizar un proceso químico para transformar polietileno y polipropileno en nafta, la materia prima básica de la industria petroquímica. Indaver ofrecería así una alternativa sostenible a la nafta, que ahora proviene de las refinerías de petróleo tradicionales.
Indaver alcanzó en 2022 una facturación de 755 millones de euros y un beneficio operativo bruto de 165 millones de euros. Para 2023 espera un crecimiento de al menos 10%.
Según explicaron desde la empresa, el concepto se probará a pequeña escala en una fábrica piloto en Amberes, Bélgica, a partir del próximo año. Para hacerlo a gran escala, Indaver está dispuesta a invertir 250 millones de euros.
“Con un tonelaje de al menos 100.000 toneladas, esta sería la fábrica más grande de su tipo en el mundo”, afirmó De Bruycker.
En la década de 1980, con el apoyo del gobierno flamenco, se fundó Indaver con una planta para procesar residuos de empresas químicas locales. Actualmente es uno de los mayores actores de Europa en el tratamiento de residuos peligrosos. Pero no realiza solo eso: en la zona de Doel incinera a gran escala residuos domésticos para producir electricidad.
De acuerdo a De Bruycker, fue en 2015, cuando tomó las riendas de la empresa Fernand Huts, cuando se aceleró el crecimiento de la empresa.
“En el pasado hemos crecido a pesar de nuestros accionistas. Pero con Huts se liberó dinero y empezamos a aprovechar nuestras fortalezas”, indicó De Bruycker.