El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, recibió el erario departamental con superávit financiero de 4 millones de dólares y créditos nacionales a favor por 10 millones más, pero en los últimos dos años su gobierno perdió el equivalente a 25 millones de la divisa estadounidense y ya asoma el fantasma de la cesación de pagos, alertó el economista sanducero frentista Gastón Núñez en Nada Que Perder de M24.
Núñez explicó al respecto que “en dos años, solo por pérdidas relacionadas con ingresos, con diferencias de ingresos y egresos, se perdieron 20 millones de dólares, en una Intendencia que históricamente tiene una recaudación de 60 millones de dólares; quiere decir que en dos años se perdió, gastaron de más, casi un tercio de la recaudación de un año: en 2021, 6 millones de dólares y en 2022, 14 millones de dólares”.
Ilustró a continuación que “eso sería el análogo al déficit fiscal” departamental, una variable que “en la Intendencia de Paysandú es el resultado del ejercicio; ¿cuánto tuvieron de déficit fiscal en 2021? El 10% negativo; ¿cuánto tuvieron de déficit fiscal en 2022? El 18% negativo”, detalló el entrevistado.
Ese cuadro de resultados implica que “cuando uno mira el acumulado, lo que podríamos decir ‘la deuda externa’ de la Intendencia, se pasó de tener superávit acumulado -algo histórico, cuando se lo dejó el gobierno anterior, nunca había pasado en la historia- a tener un 33% negativo, y en ese caso estamos hablando de 25 millones de dólares; esa es la pérdida neta total en dos años”, graficó el economista.
En torno a ello puntualizó que el gobierno del intendente Olivera “no solo arrancó sin déficit del ejercicio porque le entregamos la Intendencia, en términos contables, con un año que tuvo un resultado de ejercicio de más de 4 millones de dólares positivos, sino que aparte quedaron en caja cosas para cobrar, particularmente partidas del gobierno nacional, por 10 millones de dólares”, describió la bonanza previa.
Por lo tanto el jefe comunal blanco “arrancó en la mejor situación posible en la historia de la Intendencia, aparte sin deuda acumulada, arrancó con superávit acumulado, o sea con ‘deuda externa’ negativa, y ahora, en este momento, a esta realidad, en dos años, lo pasó al doble de peor de lo que nos entregaron ellos la Intendencia en 2015, que ya era mala la situación”.
Núñez recalcó el concepto de que a la administración de Olivera “se le entregó sin nada de déficit y han hecho este desastre en dos años, que de continuarse termina con, básicamente, la Intendencia yéndose hacia un esquema de (…) una cesación de pagos que ya en cierto sentido está empezando a operar porque están teniendo grandes problemas para pagarles a los proveedores, que es el primer eslabón que casi siempre se corta cuando empezás a tener problemas financieros”, advirtió.
UyPress