La pintura multicolor de los perros de terracota en el frente del Castillo de Piria ha generado disgusto entre quienes abogan por la preservación del patrimonio de Piriápolis. Independientemente de si los perros han estado allí desde el inicio o no, desde que el castillo fue declarado patrimonio histórico, no se puede realizar ninguna modificación sin consultar a la comisión correspondiente.
Esta mañana, en el programa RADIO CON TODOS DE RBC, el exalcalde de Piriápolis, Mario Invernizzi, expresó su malestar y preocupación por la situación.
El concejal oficialista del municipio, Carlos Fuentes, comentó en el mismo programa que el tema fue tratado en la sesión del Concejo hace quince días. Según Fuentes, la pintura fue una iniciativa tomada sin consulta previa por la funcionaria a cargo del Castillo. “La funcionaria reconoció que no pidió la autorización correspondiente. No dudamos de que lo hizo con la intención de beneficiar el aspecto artístico, pero actuó sobre un elemento considerado patrimonio. Para cualquier intervención, se deben seguir los procesos adecuados que aseguren la aprobación del patrimonio y no afecten su integridad”, agregó.
Fuentes también indicó que el Alcalde dispuso que el error cometido por la funcionaria fuera remitido al departamento jurídico de la intendencia para que se tomen las acciones pertinentes. Esta actuación se realizó sin la autorización del municipio, del concejo ni del Alcalde, constituyendo una acción unilateral por parte de la encargada.
El concejal del Frente Amplio, Federico Casas, coincidió en la inquietud generada por el tema y la actitud de la funcionaria, pero también señaló la responsabilidad del municipio por no establecer claramente las prohibiciones. “Hay al menos una omisión por parte del Concejo local”, comentó Casas. “Además, la iniciativa de la funcionaria fue publicada en redes sociales, lo que revela una falta de protocolo. Es fundamental que cualquier funcionario en un edificio patrimonial reciba una formación clara sobre lo que se puede y no se puede hacer”.
Casas concluyó señalando que hay una debilidad en las responsabilidades del municipio. “Fue un hecho lamentable; independientemente de la buena intención, existen reglamentos y normativas que debemos cumplir. Piriápolis tiene un patrimonio histórico muy sensible, y estas situaciones deben manejarse con cautela”, afirmó.