La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó dos años y seis meses de prisión para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en el caso que investiga el beso que dio a Jennifer Hermoso, jugadora de la Selección Española Femenina de Fútbol, en la final del Mundial Femenino celebrado en agosto en Sydney.
El Ministerio Público solicita un año de prisión, libertad vigilada durante dos años, la prohibición de comunicarse o acercarse a Hermoso a menos de 200 metros durante cuatro años y US$ 54.100 de indemnización para la futbolista por la presunta comisión de un delito de agresión sexual al besar a Hermoso “sin consentimiento ni aceptación de la jugadora”, según consta en el escrito de acusación al que CNN ha tenido acceso.
Solicitud a la que añade otro año y medio de cárcel para él, para el exentrenador de la selección española femenina, Jorge Vilda, exresponsable de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, y el director deportivo de la selección española masculina, Albert Luque, por un presunto delito de coacciones al entender que presionaron a la jugadora y a su entorno para que justificase el beso.
El pedido de la Fiscalía solicita además que Rubiales indemnice en conjunto con los demás acusados a Hermoso con otros US$ 54.100.
Rubiales y los otros tres hombres negaron cada uno los cargos que se les imputan en declaraciones que hicieron ante el juez en los últimos meses, según informó la fiscalía del tribunal en declaraciones realizadas tras sus respectivas audiencias.
Las protestas públicas por el beso no deseado, y la firme defensa del mismo por parte de Rubiales, han llegado de todas las esferas de la sociedad española, incluidos políticos y estrellas del deporte.
El incidente también suscitó un debate sobre la prevalencia de la “cultura machista” en España, un país que ha sido testigo de protestas masivas contra la violencia sexual y el sexismo en los últimos años.
La negativa inicial de Rubiales a dimitir también suscitó una enorme solidaridad entre las jugadoras españolas.
Los entrenadores de la selección femenina española dimitieron en masa y más de 80 futbolistas españolas firmaron una declaración de apoyo a Hermoso, afirmando que no volverían a la selección “si los actuales dirigentes continúan” en sus puestos.
A medida que se prolongaba la polémica, varios equipos de fútbol, tanto masculinos como femeninos, mostraban su apoyo a Hermoso en sus partidos: algunos sujetaban camisetas, otros llevaban pulseras y otros desplegaban pancartas.
El pasado mes de septiembre, el seleccionador Vilda, ganador de la Copa del Mundo, también fue destituido de su cargo.
Vilda había sido grabado tocando de forma inapropiada a una empleada durante la final de la Copa Mundial Femenina. Fue sustituido por Montse Tomé, la primera mujer en la historia de la selección española en ocupar el cargo.
cnn