Cerca de las 23:45 horas del 28 de agosto, el servicio de emergencias 9-1-1 recibió una llamada informando sobre el robo de un comercio ubicado en la Avenida Joaquín de Viana.
El equipo de la Unidad de Respuesta Policial de la Zona Operacional II se dirigió al lugar, donde se entrevistó con el propietario del comercio. El dueño explicó que un individuo desconocido había ingresado al establecimiento tras romper la puerta de vidrio, sustrayendo una bolsa con alrededor de mil pesos en monedas y algunas bebidas de la heladera. El comerciante proporcionó grabaciones de seguridad que capturaron el incidente.
Adicionalmente, se informó que en los días 18, 24 y 25 de agosto se habían producido robos bajo el mismo modus operandi. Las grabaciones indicaban que el presunto autor de los delitos sería un antiguo empleado del comercio, identificado como Pablo Javier Molina, de 23 años y con antecedentes penales.
En la noche del 28 de agosto, mientras los agentes de Investigaciones del Área Operacional II patrullaban Bulevar Artigas entre las calles Colonia y Canelones, avistaron a Molina, quien coincidía con la descripción proporcionada. Fue intervenido y llevado a la dependencia policial para posteriores averiguaciones.
Tras ser informada, la Fiscal de Segundo Turno ordenó la detención y conducción de Molina para su interrogatorio. Después de completar esta fase, se llevó a cabo una audiencia en el Juzgado Letrado de Cuarto Turno. El juez titular dictaminó la condena de Pablo Javier Molina Pereyra como autor penalmente responsable de cinco delitos de hurto, uno de ellos en grado de tentativa, todos considerados como Reiteración Real. En consecuencia, se le impuso una pena de diez meses de prisión.