Las que fueron realojadas en 2022, recuperaron la dignidad de vivir mejor, y hoy ven otro futuro para sus hijos.
Ya disfrutan los avances del nuevo barrio y se entusiasman con su crecimiento y la llegada de otros vecinos.
Mientras tanto, aquellas que aún permanecen en el asentamiento, esperan el momento para dejar atrás noches en vela, inviernos crudos, viviendas inundadas y escasas posibilidades de salir adelante.
La administración del intendente Enrique Antía, que lleva adelante una política de mejora en la calidad de vida de la gente realojándola en viviendas dignas, aspira llegar al año 2025 con un 75% menos de población viviendo en asentamientos y comenzando una nueva vida en un barrio con todos los servicios, con más oportunidades y un futuro mejor, sobre todo para niños y jóvenes.
Hoy en día trabajan dos empresas en la realización de viviendas y una tercera por administración, que realiza casas para la IDM.
Se espera para setiembre que las de 200 viviendas estén culminadas y 230 con sus plateas terminadas.