En Montevideo hubo liceos que perdieron cerca de 30 días de clase por paros y huelgas estudiantiles. Desde la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) señalan que son demasiados días como para poder recuperarlos, y sostienen que “la cantidad” representa “un escándalo”.
Los datos que son relevados mes a mes por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, incluyen desde el primer paro del ocho de marzo a los últimos del 26 y 27 de octubre. El relevamiento aún no contempla las medidas tomadas por los sindicatos en lo que va de este mes, ni los paros ya programados para los días lunes y martes de la semana que viene.
De los días de clase perdidos, 26 corresponden a paros nacionales o de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES-Montevideo). Este último sindicato, considerado uno de los más combativos a nivel de la enseñanza, realizó 18 de estos 26 paros, y también es quien llama a tomar esta medida de fuerza esos dos días de la semana próxima. El liceo de Montevideo que más días de clase perdió es el N° 1 (Héctor Miranda), que está ubicado en el barrio de Villa Muñoz, cerca del Palacio Legislativo. Fueron 31 jornadas menos entre paros, huelgas estudiantiles – que no siempre coinciden con los días de paro de los docentes- y ocupaciones.
Le sigue de cerca el liceo N° 3 (Dámaso Antonio Larrañaga), de la Blanqueada, con 29 jornadas perdidas. Después, con 28, está el N° 26 (Líber Falco), de Jacinto Vera. Y con 27 empatan el N° 10 (Carlos Vaz Ferreira), que está en Malvín Norte; el N° 6 (Francisco Bauzá), del Prado; y el N° 42 (Víctor Bersanelli), de Bañados de Carrasco.
La mayoría de los paros se dieron en el marco de la Rendición de Cuentas, y en resistencia a la reforma educativa que lleva adelante el gobierno, y que se implementará con más fuerza el año que viene. En cuanto a los paros de la semana próxima, la protesta es por cómo se está armando el planillado para la elección de horas de los docentes.
En octubre pasado, el presidente de la ANEP, Robert Silva, se refirió a las ocupaciones como medidas que “afectan a los derechos de los trabajadores” y añadió que no son formas de “procurar acuerdos o espacios de diálogos”.
Lo hizo luego de que el Centro de Estudiantes del IPA (Ceipa) y del Centro de Estudiantes de CERP (CECA) ocuparan el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) en reclamo de mayores espacios de diálogo en el marco de la reforma. “Nosotros estamos convencidos de que estamos en condiciones de comenzar la transformación curricular y las familias, que saben que esta educación no puede seguir esperando y necesita un cambio, también. Indefectiblemente va a comenzar en marzo del 2023”, sostuvo el jerarca en ese entonces en cuanto a la reforma, a la que los sindicatos de la educación han llamado “la transformación del terror”
El País