El mayor Dardo Ivo Morales, quien “interrogaba” al médico Vladimir Roslik cuando murió en 1984, ha logrado eludir la condena a prisión. Tiene fuertes vínculos en sectores políticos y militares, y se dedica hace años a intermediar en negocios con las FF.AA: hoy representa a una empresa estatal china en el controvertido proceso de compra de las patrulleras oceánicas por parte de la Armada, según nota del colega Leonardo Haberkorn, para diario El Observador.
El comandante en jefe de esa fuerza, almirante Jorge Wilson, aludió a Morales el 7 de agosto en la Comisión del Senado donde se analizó la compra de las patrulleras. Refiriéndose a un segundo llamado a interesados en vender las OPV que realizó la Armada, Wilson dijo a los senadores:
“Cuando se empezaron a recibir las ofertas, no había ni de Damen Group, ni de China, ni de Kership, que eran las tres empresas que habían estado en el proceso anterior. Ya que ellos habían hecho una inversión y un trabajo técnico para presentar la propuesta anterior, me pareció de orden contactarme con los representantes de esos astilleros en el país. La llamada por teléfono fue a los representantes de los astilleros en el país -no a los directores o los jerarcas-, al señor Morales, a la señora Sapelli y al señor Mogollón, porque me parecía de orden que presentaran una propuesta”.
Fuentes de la Armada y del Ministerio de Defensa Nacional confirmaron que el Morales aludido por el comandante Wilson es Dardo Ivo, y que representó en el proceso a los chinos (Mogolllón es representante de Damen y Sapelli, de Kership).
En la comisión de Defensa estaban presentes el ministro Javier García, el subsecretario Rivera Elgue, autoridades de la Armada y los senadores María Dolores Álvarez y Rodrigo Blas (Partido Nacional), Sandra Lazo, Alejandro Sánchez y Mario Bergara (Frente Amplio) y Marcos Methol (suplente de Guido Manini Ríos, Cabildo Abierto).
Apenas tres semanas después, el 1 de setiembre, Morales fue procesado por la jueza letrada de tercer turno de Fray Bentos, Selva Siri Thove, como presunto autor responsable de cuatro delitos de abuso de autoridad contra los detenidos durante la dictadura, además de tres delitos de privación de libertad en calidad de coautor. El procesamiento, sin embargo, fue sin prisión. El fallo no correspondió al caso Roslik, sino a otro que se inició en 2011 con una denuncia por torturas de la maestra Susana Zanoniani -de San Javier, como Roslik- y que se sustancia según el código del proceso viejo. En esos juicios, la prisión preventiva es la norma, pero Morales logró ser procesado sin prisión. El fiscal Perciballe señaló que el fallo de la jueza Siri le causó “estupor”.
Pero, si se repasa la historia de Morales, se verá que no fue esta la primera vez que gozó de este tipo de desenlaces judiciales afortunados.
Golpes de suerte
Morales ha eludido la prisión una y otra vez. La primera vez fue en la dictadura, cuando el asesinato de Roslik, el 16 de abril de 1984.
Que la muerte del médico de San Javier se debió a los golpes y tormentos recibidos quedó claro apenas unas semanas meses después, gracias a la investigación que en el semanario Jaque realizaron Juan Miguel Petit, Alejandro Bluth y Maneco Flores Mora, aun en pleno régimen militar. Ya entonces Jaque denunció que Morales había participado del interrogatorio de Roslik y que estuvo presente durante una autopsia fraudulenta que se hizo en primera instancia para ocultar las verdaderas causas de su muerte.
Todo se confirmó el 31 de julio de 2021, cuando La Diaria divulgó la sentencia final del caso Roslik en la justicia militar, un documento hasta ese momento desconocido obtenido mediante un pedido de acceso a la información pública. Dictada en 1986 por el juez militar Oscar Vilches, la sentencia confirmó que Roslik murió mientras era “interrogado” por el entonces teniente Morales delante de otros diez oficiales.
Según el dictamen final de los peritos forenses, Roslik sufrió una “muerte violenta multicausal” que da idea de la magnitud de los tormentos que se le propinaron: desgarro del hígado, múltiples traumatismos e ingreso de fluidos a los bronquios, entre otras lesiones.
Insólitamente, en su sentencia el juez militar Vilche no habla de golpes o tormentos, sino de súbitos “cambios de voces” de Morales, que lo interrogaba sobre un supuesto contrabando de armas provenientes de Argentina para el Partido Comunista.
El primer golpe de suerte de Morales consistió en la visión que el juez militar le dio imprimó al caso: Vilche lo consideró inocente por entender que cumplía órdenes y solo procesó con prisión por el asesinato de Roslik a los entonces teniente coronel Mario Alfredo Olivera (hoy fallecido) y al mayor Sergio Caubarrere, comandante y segundo jefe del Batallón de Infantería 9, donde ocurrió el “interrogatorio”.
Muchos años después, cuando el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, intentó que Morales pagara por este homicidio, la Suprema Corte de Justicia entendió que la Justicia Militar ya había laudado el caso y que no cabía reabrirlo. Otro golpe de fortuna de Morales.
Perciballe intentó entonces enjuiciarlo por otras denuncias de abusos ocurridos en San Javier durante la dictadura.
La maestra Zanoniani había denunciado que en 1980 “estuvo detenida, sin orden judicial y sin que haya cometido un delito”, durante unos 15 días. En ese lapso “fue objeto de plantones ygolpes” por parte de Morales. La mujer tenía entonces 35 años y no tenía actividad política.
En la causa, varios testigos dijeron que también fueron atormentados por Morales. Víctor Eduardo Macarov, por ejemplo, declaró: “Fui objeto de capucha, plantón y sometido a choques eléctricos mediante picana eléctrica. Como responsable de los apremios y de los interrogatorios que se hacían en forma intercalada sindicó al teniente Dardo Ivo Morales”.
El dictamen del fiscal señala: “Todos los testigos sindican al indagado Dardo Ivo Morales como quien actuara o dirigiera los interrogatorios y, por ende, los apremios físicos que acompañaban a estos”.
Cuando parecía que Morales por fin terminaría en la cárcel, ocurrió un nuevo e inesperado golpe de suerte: la jueza Siri sorprendió con un procesamiento sin prisión.
Situación de reforma
Morales también ha eludido un fallo de la justicia civil que lo obliga a pagar una deuda.
Por esas deudas que mantiene con Roberto Correa, otro oficial del Ejército que entonces tenía el grado de capitán, Morales se vio sometido a dos tribunales de honor que lo encontraron inmerso en “descalificación por falta gravísima”.
Es por ese motivo que el 27 de setiembre de 2000, en la resolución 78.580 del Ministerio de Defensa Nacional, el entonces presidente Jorge Batlle y el ministro de Defensa Nacional Luis Brezzo, pasaron a Morales a “situación de reforma”, una sanción que le impide lucir el uniforme y ser reconocido como un oficial por sus pares. Correa también se presentó a la justicia civil para cobrar las deudas, pero Morales no concurrió a las audiencias. Según documentos públicos, la jueza letrada de primera instancia en lo civil de 14 turno, Gloria Seguessa, lo declaró en rebeldía por ello.
Seguessa condenó a Morales a pagarle a Correa 20.808 dólares más intereses, pero la deuda no fue paga. Por ese motivo, la sede judicial libró en 2016 un embargo genérico en contra de Morales, que fue renovado en 2021.
Nada de lo anterior impidió que Morales cultivara relaciones con el poder y prosperara en el mundo de los negocios con el Ejército que lo había pasado a reforma.
Según fuentes militares, Morales se tornó un interlocutor habitual de los mandos militares por representar a la firma Todo Insumos, una proveedora habitual del Ejército.
Todo Insumos pertenece al empresario Roberto Amacoria y en los últimos años ha representado a la compañía estatal china que ha estado compitiendo por venderle dos patrulleras oceánicas a la Armada.
Morales ha sido el intermediario entre la Armada y Todo Insumos y los chinos en la última etapa de esta controvertida compra cuyo proceso lleva ya varios años.
Antes ese rol lo había cumplido el coronel (retirado) Gustavo Cardoso, integrante de Cabildo Abierto y hoy director general de Secretaría del Ministerio de Salud Pública.
Un documento que circula entre grupos de WhatsApp de oficiales de la Armada señala que “los representantes de la firma Todo Insumos SRL son los representantes del astillero chino, el coronel Gustavo Cardoso (secretario del MSP por Cabildo Abierto) y el mayor Dardo Ivo Morales”.
En diciembre de 2015 una delegación de la empresa estatal china Shipbuilding Offshore Company (CSOC) se presentó ante la Comisión de Defensa del Senado para presentar su proyecto de patrulleras oceánicas. La comitiva estuvo integrada por funcionarios y diplomáticos chinos, Amacoria y el coronel Cardoso.
El actual jerarca de Salud Pública dijo a El Observador que nunca fue empleado ni contratado por Todo Insumos, sino que se limitó a oficiar de intermediario. “Cuando asumí en 2020 en el Ministerio de Salud Pública corté todo contacto con estos negocios”, afirmó.
En los últimos años, muchas veces durante la comandancia del general Guido Manini Ríos, Todo Insumos ganó varias licitaciones y también fue beneficiaria de varios procesos de compra directa de material militar y repuestos por parte del Ejército.
Fuentes políticas dijeron que Morales integra Cabildo Abierto y participa en reuniones de militares que son parte de ese partido. Sin embargo, a través del diputado Álvaro Perrone, Cabildo señaló que Morales no integra ese partido.
Entre los “amigos” de Morales en Facebook, figuran varios de los principales cuadros de Cabildo en el gobierno: el subsecretario Rivera Elgue, el coronel retirado Gabriel Albornoz, cofundador de Cabildo y exdirector de Secretaría del Ministerio de Vivienda. También el coronel Cardoso; el director de Minería y Geología, mayor retirado Marcelo Pugliese; el subdirector nacional de Empleo, coronel retirado Hebert Pintos; el director del INDA, coronel retirado Ignacio Elgue, y el presidente del Correo, coronel retirado Rafael Navarrine. También los diputados Martín Sodano y Carlos Testa. Sodano dijo no conocerlo: “Nunca escuché de él”. La misma respuesta dio Testa. Cardoso señaló a El Observador que solo conoce a Morales “de la vida militar”, como oficial de una generación cercana a la suya.
Morales también es “amigo” en Facebook del general retirado Daniel Castellá, otro de los involucrados en el caso Roslik, ya que comandó la partida militar que lo detuvo y -según la sentencia del juez militar Vilches- estuvo presente en el interrogatorio donde el médico fue muerto.
Castellá fue presidente del Supremo Tribunal Militar entre 2017 y 2021, nombrado en el cargo por el presidente Tabaré Vázquez.
Cuando se conoció la sentencia de Vilches, que lo situaba como presente cuando mataron a Roslik, el ministro Javier García lo separó de ese cargo.
Un hermano de Castellá, Gabriel, fallecido en 2011, fue subsecretario de Defensa Nacional en el primer gobierno del Frente Amplio, cuando el ministro era Gonzalo Fernández. Era integrante del MPP y muy cercano al expresidente José Mujica.
En Facebook, Morales ha compartido un video del entonces ministro de Defensa y líder tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro defendiendo las jubilaciones militares. También programas radiales de Cabildo Abierto y una carta del detenido coronel Eduardo Ferro, con agravios al historiador y politólogo Gerardo Caetano.
A través de su abogada Graciela Figueredo, Morales dijo que no haría declaraciones para esta nota. Tampoco fue posible obtener la palabra de Amacoria a través de oficiales de la Armada.
Morales y los Archivos del Terror
En los llamados Archivos del Terror subidos a internet, hay varias menciones al oficial Dardo Morales.
La mayor parte de ellas refieren a sanciones a prisioneros políticos. También hay un interrogatorio que hizo a un maestro que exhibió una diapositiva sobre los derechos humanos de la infancia que molestó a los militares.
Hay un recorte de prensa del 1983, antes de lo de Roslik, donde consta que Morales fue seleccionado para leer un mensaje ante el público durante la inauguración de un monumento a los caídos en la lucha contra la subversión en Fray Bentos. El mensaje que leyó decía: “Animados por el cristiano aliento que nos enseña a reverenciar a nuestros muertos, hemos levantado en cada cuartel, un altar que los recuerde y nos permita reunirnos en momentos de solemnidad y meditación”.
Por último hay un documento militar reservado de 1994 que da cuenta que siendo mayor, Morales recibía amenazas.
“El día 3 de abril, al regresar del interior del país, tenía en la contestadora de su teléfono una llamada registrada en la cual una voz masculina profería amenazas contra su persona (…) En años anteriores ha recibido llamadas similares en esta época del año. Estas llamadas están relacionadas con su destino en el Batallón de Infantería N 9 durante el período en que permaneciera detenido en esa unidad VLADIMIR ROSLIK”.
UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias