Hacía justo un siglo que no ocurría. Pese a la mayoría conservadora en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, los republicanos no consiguieron este martes que su candidato, Kevin McCarthy, lograse arrebatar la presidencia a la demócrata Nancy Pelosi.
Las divisiones internas del partido y la escasa minoría parlamentaria tras las elecciones de medio mandato, hicieron que, hasta en tres ocasiones, McCarthy no obtuviera los 218 votos necesarios.
“No habiendo recibido ninguna persona la mayoría del número total de votos emitidos por apellido, no se ha elegido un portavoz”, reconocía Cheryl Johnson, Secretaria de la Cámara de Representantes.
Fue el ala dura del partido, más cercana a Donald Trump, la que puso un palo a la rueda para evitar la elección de McCarthy de 57 años, y líder de los republicanos en el Congreso desde 2019.
Mientras los republicanos más a la derecha culpan a McCarthy de los resultados en las elecciones de medio mandato, los más moderados creen que la intromisión de Donald Trump en las mismas les ha perjudicado. El candidato conservador hizo concesiones al ala más dura de su partido que de poco sirvieron el martes. La Cámara vota de nuevo este miércoles.
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