El 14 de enero, en horas de la noche, una persona se presentó en la Seccional Segunda de San Carlos para denunciar el hurto de una moto, la cual se encontraba en el patio de una vivienda ubicada en la calle Mariano Soler.
Al día siguiente, en horas de la tarde, personal de la Guardia Republicana patrullaba en las inmediaciones del barrio Cerro Pelado, en Maldonado, cuando avistaron a un hombre circulando en moto sin casco ni matrícula, por lo que procedieron a intervenirlo. Una vez identificado, resultó ser Héctor Matías Pereira Bogarín, de 32 años, poseedor de antecedentes penales. Al consultar los datos del vehículo, se constató que figuraba como robado.
En ese momento, el conductor se dio a la fuga hacia el barrio Cerro Pelado, logrando escapar tras saltar por los techos de una vivienda, por lo que se realizó un patrullaje en la zona, sin lograr ubicarlo. La moto fue derivada a la Seccional Primera.
Horas más tarde, personal de esa dependencia policial concurrió al domicilio del sospechoso y, con autorización del propietario, ingresaron e incautaron un arma de bengala modificada y una navaja. Al lugar acudió personal del Departamento de Policía Científica para realizar el relevamiento de los objetos hallados.
Enterada la Fiscalía de 4.º Turno, se solicitó una orden de detención a la Justicia competente.
El 28 de mayo, mientras personal del Grupo de Intervención Rápida realizaba patrullajes en el barrio Los Eucaliptos, avistaron a un hombre en actitud sospechosa. Al intentar abordarlo, este intentó huir, pero fue reducido. Al consultar sus datos en el sistema, se confirmó que se trataba de Pereira Bogarín, quien fue trasladado a la Seccional Primera.
Asimismo, se logró establecer su vinculación con otro hurto de moto ocurrido en agosto de 2024, en el barrio La Sonrisa.
La Fiscalía dispuso su conducción a sede. Luego de tomarle declaración, se celebró audiencia en el Juzgado Letrado de Maldonado de 11.º Turno, donde se condenó a Héctor Matías Pereira Bogarín como autor penalmente responsable de dos delitos de receptación y un delito de tráfico interno de armas de fuego, todos en régimen de reiteración real, a la pena de 12 meses de prisión.
Se dispuso además el decomiso del arma incautada para análisis por el SMA y su posterior destrucción.