En el marco de los 258 años del natalicio del prócer el director general de Cultura afirmó que el gobierno de Maldonado tiene la legitimidad total, emergida de las urnas, para llevar adelante una gestión que está guiada por la mejora de la calidad de vida de la gente.
Destacó el compromiso del intendente Enrique Antía para que las condiciones de nuestros vecinos mejoren, así como el bienestar social o tender la mano para modificar las situaciones más injustas.
Al hacer uso de la palabra en nombre de la administración, Jorge Céspedes expresó en Pan de Azúcar el compromiso permanente con el prócer de seguir caminando por la senda que él dejó marcada, diciendo que los principios históricos nos obligan a mantener enarboladas sus banderas.
Indicó que cada uno de nosotros tiene una función que cumplir, pero la nación requiere de todos para construir el progreso.
Hay mucho por hacer, pero tenga general la tranquilidad de que sabremos cumplir, afirmó entre aplausos.
Céspedes recordó la frase del prócer “Nada podemos esperar sino de nosotros mismos” para estribar en ella y señalar que es tal vez el mejor mensaje que se puede transmitir hoy, recordando un aniversario más del natalicio de Artigas.
Dijo que los actos como estos, de los que se congratula, permiten una vez más visualizar desde lo más profundo de la historia el profundo legado que el héroe le dejó a la nación, fruto de una vida de entrega y sacrificio que nadie ha podido superar, siendo una luz en el camino para seguir avanzando.
Destacó el momento que nos toca vivir, tiempos de convulsión, fruto de los avatares de la guerra en Ucrania que castiga la situación económica y social del país, lo que implica redoblar el esfuerzo.
Pero también citó la disminución de los valores que antes nos identificaban como nación.
El mensaje de Artigas, dijo Céspedes, es que la construcción de una nación se hace con sacrificio, hombro a hombro, para que mejoren las condiciones de desarrollo productivo y la vida de los ciudadanos.
Las oportunidades de la gestión permitirán modificar la situación de los más infelices, subrayó, asegurando que hay una orden que nos viene de lo más profundo del ideario artiguista, proteger a los más infelices.
También señaló como legado de Artigas, las instrucciones del año XIII que establecen derechos y obligaciones.
Con libertad no ofendo ni temo, citó Céspedes, pero esa libertad también tiene el límite del ejercicio de esta libertad del que convive con nosotros.
La defensa de la idea de la república, consagrada en las instrucciones del año XIII se convierte en uno de los desafíos protagónicos de la ciudadanía y los hombres públicos, acotó.
La soberanía, manifestada plenamente en el atributo más grande de la nación, le otorga al pensamiento artiguista una frase, “mi autoridad emana de vosotros, pero ella cesa antes vuestra presencia ciudadana”, impulsando el concepto de democracia, sistema que ningún otro ha podido sustituir.
La democracia no garantiza gobiernos buenos, dijo, pero sí que cada cinco años la ciudadanía juzgue, premie o castigue.
El director de Cultura también saludó a los escolares y adolescentes, presentes en la plaza, de los que dijo “constituirán la sangre nueva sobre la que se seguirá edificando la República”.