El diputado del Partido Nacional, Federico Casaretto, fue recibido por autoridades de ANCAP para abordar la situación generada en la boya petrolera de José Ignacio.
Las autoridades informaron que no está previsto aumentar el precio de los combustibles, a pesar de los costos ocasionados por la reparación.
Casaretto explicó que el pasado 7 de agosto presentó un pedido de informes y, al no recibir respuesta, decidió solicitar información de primera mano. Según indicó, buscaba tres objetivos:
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Conocer qué se rompió y cómo se solucionó.
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Saber cuánto cuesta al Estado.
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Aclarar lo relacionado con el supuesto derrame de petróleo en las costas de Maldonado.
Respecto al primer punto, se trató de una rotura de 5 milímetros que provocó la pérdida de entre 80 y 90 litros de petróleo. El problema ya fue reparado y actualmente se evalúan dos soluciones: una definitiva —la fabricación de una nueva pieza, que podría demorar hasta un año— y la provisoria, que ya está en prueba con la descarga de un primer petrolero.
En materia económica, la refinería de ANCAP deja de percibir 500.000 dólares por día al estar fuera de funcionamiento, mientras que los barcos en espera en la zona generan un costo adicional de 50.000 dólares diarios. A esto se suman los gastos de la empresa chilena contratada, la Armada Nacional, los buzos, el barco de apoyo y la importación de combustibles refinados.
La primera tranquilidad transmitida por el directorio fue que estos costos no se trasladarán al precio de los combustibles. Si fuera necesario, se recurrirá a endeudamiento o préstamos, pero no al bolsillo de la población.
En cuanto al petróleo hallado en las costas de Maldonado, los análisis confirmaron que no corresponde al derrame de la boya, sino que se trataría de limpiezas ilegales realizadas por barcos en alta mar, que terminan afectando la costa.
“Yo quedé satisfecho con la respuesta. Esperamos que las medidas que se están tomando permitan normalizar la llegada de petróleo a la refinería de La Teja”, concluyó Casaretto.