El Senado envió a la Fiscalía el acta de la reunión que la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia mantuvo el 2 de abril y en la cual recibió al diputado por Maldonado Sebastián Cal (Cabildo Abierto). La versión taquigráfica era secreta, pero al enviarse a Fiscalía perdió tal condición tras una votación en el plenario del Senado, lo cual llevó a que ahora sea pública.
El motivo de ese encuentro en la Comisión fue las denuncias que Cal había realizado en una conversación privada con un periodista, la cual fue filtrada por este. En dicha conversación explicaba que el empresario Gonzalo Aguiar, (asesinado por su esposa en un confuso hecho a comienzos de este año), lo había amenazado en 2023 y que tras comentar los hechos ante las autoridades del Ministerio del Interior, estas no habían actuado, mientras que al realizarla en Fiscalía le dijeron que debía solicitar día y hora para presentar la denuncia.
Cal concurrió a la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia citado por la bancada del Frente Amplio. Historió que había conocido a Gonzalo Aguiar en un viaje a Italia, en el cual había coincidido con los inversores canadienses del grupo Boreal, que tenían una planta de cannabis medicinal en Salto. Esta empresa estaba dirigida en Uruguay por Aguiar, el cual después terminaría siendo acusado por los inversores de estafarles más de 20 millones de dólares.
Tiempo después del encuentro en Italia, quienes integraban el grupo inversor querían vender agrominerales a Colombia. Estos le habían expresado a Cal que pensaban invertir en Maldonado en la explotación de agrominerales. El diputado participa del grupo de amistad entre legisladores colombianos y uruguayos y como iba a visitar ese país, les facilitó contactos con una serie de reuniones.
Posteriormente «en la tercera ocasión en que veo a Gonzalo Aguiar, fue en Colombia y ellos (NDR: los inversores) ya no estaban en el camino de realizar un negocio. Simplemente compartí un almuerzo con él (con Aguiar) porque yo había viajado a Colombia como observador en las elecciones presidenciales(mayo de 2022) y él supo que estaba allá. Hasta ese momento absolutamente nada me hacía pensar que podía haber algo extraño. Había sido una persona muy correcta, muy educada, muy respetuosa» dijo Cal a los legisladores.
Pero la situación se pondría muy extraña semanas después. El legislador relató que después de ese encuentro en mayo en Colombia, en junio, «este señor me invita a tomar un café a su casa. Yo voy y noto realmente una presencia de seguridad que salía de lo común. Si bien las veces que había ido anteriormente a su casa vi seguridad, en esta oportunidad rompía los ojos. Había al menos 5, 6 o 7 personas de seguridad en la famosa mansión de Maldonado». Agrega que «después de que entro a la casa, en la puerta principal me abre un señor, que no sé de dónde era –por el acento parecía mexicano o de Centroamérica–, con un arma en la cintura. Realmente, me parece una actitud bastante violenta que si me invitan a tomar café quien me recibe me abra la puerta con un arma en la cintura. Al entrar a la casa, a la izquierda, había una mesa bastante grande, en la cual había al menos 4, 5 o 6 armas de un calibre importante, con apariencia de armas de guerra. No entiendo mucho del tema –no sé si eran armas automáticas o no–, pero realmente llamaban la atención». Señala que Aguiar lo recibió y cuenta como fue el diálogo: ««¡Qué bueno que pudiste venir! Quería tomar un café contigo. Te tengo que pedir un favor». Le digo: «Sí, decime, si está a mi alcance… ». Dice: «¿Vos no me podrás acompañar a Paraguay la semana que viene? Porque el negocio de los agrominerales en Colombia no salió y quiero ver si podemos ofrecer… ». Y yo inmediatamente le dije: «Mirá, disculpá. Yo no soy lobbyista. No me dedico al lobby. No me dedico a vender. Te acompañé en su momento porque te presentaron personas que entendí que eran de confianza y que tenían la buena intención de que una empresa que estaba instalada en el Uruguay… ».
Aguiar le dijo entonces de manera violenta «ustedes no tienen idea de quién soy yo, porque ustedes son nuevos, pero yo acá financio campañas políticas y después me van a necesitar. Yo te estoy pidiendo un favor. ¿Me vas a decir que te cuesta mucho acompañarme a Paraguay? … de los que están acá afuera, al menos de los que están ahora, dos o tres son policías»». También le dice que su abogado es el ex fiscal de Corte, Jorge Díaz
Cal relata que se retiró. «Me fui bastante nervioso para mi casa y entendí que no estaba bien que yo me quedara con esa información. Entonces fui y lo hablé con el jefe de policía de ese momento, Julio Pioli». Posteriormente se reuniría nuevamente con Pioli y dos días después recibirá de Aguiar un mensaje (que está grabado y fue reproducido en la sesión de la Comisión): El mismo dice textualmente según la transcripción en actas: «Bo, Seba, dejate de hacer denuncias. Estás quedando pegado, muchacho. Si tenés algún problema conmigo o algo, vení y hablamos acá, de cara, como hombres. Tenemos, los dos, pelos en los huevos, ¿no? Dejate de hacer denuncias, bo, porque la verdad que no te queda. ¿Ta? De frente y mano, bo. Te estoy hablando bien, como caballero. ¿Tenés algún problema conmigo? Venís y me lo decís en la cara, pero no estando denunciando a la gente, bo, y todavía sin razón. ¿Dale? Mirá que sabés donde vivo, así que cuando quieras y donde quieras, papá». Cal dijo que por estos hechos cambió sus hábitos de movimiento e inclusive evitaba salir con su hijo.
«¿No te mataron los narcos?»
En enero del 2023 el legislador solicita una reunión con quién era Ministro del Interior, Luis Alberto Heber al cual le relata los hechos. Heber «me dice que me quede tranquilo, que es verdad que (Nicolás) Martinelli (NDR: actual Ministro del Interior) estuvo en ese casamiento (de Aguiar), pero que no me preocupe que no va a pasar nada. Entonces, le pregunto al ministro: «¿Vos le comentaste a Martinelli que yo te dije esto?». Yo me sentí doblemente expuesto. Dicho esto, entendí que debía ir un escalón más arriba y en febrero de ese año fue que pude conseguir una reunión con Álvaro Delgado, a quien también le hice saber de esta situación. Él me agradeció y me retiré».
También recordó que en un acto se encontró con Heber cuando aún era Ministro del Interior. «El ministro no tuvo mejor idea que hacerme un chiste cuando nos encontramos en el aeropuerto. De forma muy jocosa y risueña me preguntó, delante de la gente, si todavía no me habían matado los narcos. Le hice saber que no, que por ahora no, pero que cualquier cosa se iba a enterar» relató.
El diputado informó a los senadores que el 8 de marzo pasado fue recibido por el fiscal letrado penal de Montevideo de delitos económicos y complejos de tercer turno, doctor Gilberto Rodríguez, «a quien le llevé una nota que quise entregar contando esta situación y un pendrive con el audio que ustedes escucharon». Le dijo que al no ir con un abogado tenía que solicitar cita. Lo hizo por teléfono y se le dieron para el 17 de abril.
Para el diputado cabildante «hoy son todos valientes porque, primero, ya está muerto y, segundo, saben que aparentemente no era narcotraficante, pero pinta no le faltaba y costumbres se ve que tampoco».
Cal reflexionó que «hace pocos días en Punta del Este vi tickets de mil dólares por cena de recaudación (para un candidato) para mil personas. Esto pasa en todos los partidos. En mi partido también hacemos cenas de recaudación. Sin embargo, creo que esto debe ser un llamado de atención de que tal vez Uruguay no está tan lejos de convertirse en un país como Ecuador». Para el diputado cabildante «tal vez en esas cenas a las que hago mención, cuando faltan 200 o 300 tickets por vender y aparece un milagroso lobbyista que dice «No te preocupes, yo me encargo de vender esos 200 o 300 tickets a mil dólares cada uno para darte una mano, porque quiero apoyarte», inconscientemente, el político está recibiendo 200 mil dólares o 300 mil dólares de colaboración del narcotráfico y no lo sabe. En algún momento después van a ir a golpearle la puerta. Creo que seríamos la excepción en el mundo si no estuviéramos ante un riesgo de ese tipo». «Yo quiero creer que el narcotráfico no se metió en la política, pero va a intentar meterse y va a hacer un esfuerzo supremo por lograrlo» sentenció.
Cuando se le preguntó en la Comisión por qué no había hecho la denuncia del mensaje de Aguiar en fiscalía enseguida que lo recibió, el diputado manifestó: «Estamos hablando de que era un tipo que, como ya dije, ostentaba sus vinculaciones políticas. Además, ya dije quién decía él que lo defendía (NDR: Jorge Díaz). Y fue un tipo al que pararon en Montevideo y las crónicas informativas decían que lo habían parado con drogas, con armas, con policía en actividad custodiándolo, y que esa noche durmió en su casa. Tampoco me dio seguridad en su momento para hacer la denuncia. No lo denuncié por miedo. Realmente fue eso».
DiarioLaR