En la LXI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, sesión con Estados parte y Bolivia, el canciller de la República, Francisco Bustillo, remarcó que se precisa un bloque que pueda y quiera proyectarse a las nuevas dinámicas y tendencias mundiales, “aggiornado y moderno”. “Somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta”, reflexionó el ministro sobre el funcionamiento actual del Mercosur.
Participaron también en la LXI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, sesión con Estados parte y Bolivia, en el edificio Mercosur, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Santiago Cafiero; el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos Alberto França; el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Julio César Arriola, y el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta.
Previo a la apertura y la oratoria del canciller uruguayo, el coordinador general de nuestro país ante el grupo Mercado Común, Enrique Delgado, realizó una rendición sobre lo actuado por el bloque por los Estados parte durante la presidencia pro tempore de Uruguay.
Luego, Bustillo se refirió a un contexto desafiante, con fuertes adversidades, nuevas olas de COVID-19, políticas de fuerte restricción y desaceleración de las economías, sumado al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que dejó consecuencias en el campo económico, que repercuten principalmente en países en desarrollo.
También analizó las políticas monetarias restrictivas, que implican aumento de tasas de interés en el ámbito internacional y que llevan a una economía mundial con menor crecimiento. Asimismo, explicó que se cumplió con todas las instancias de trabajo pautadas por el Mercosur y reseñó las prioridades de la presidencia pro tempore de Uruguay: agenda verde, agenda digital, salud y turismo, entre otras.
Luego, señaló que el bloque no puede ni debe conformarse, luego de 31 años, solo con estos logros.
En este sentido, manifestó que se necesita un Mercosur que pueda y quiera proyectarse en las nuevas dinámicas y tendencias mundiales, “aggiornado y moderno”, que pueda hacer frente a los desafíos de ayer, hoy y mañana. Además, se preguntó si existen la voluntad y la disposición necesarias para asumir estos desafíos y ofrecer a los estados parte un marco que permita el desarrollo de sus comunidades, a través del crecimiento de las economías del bloque.
Reiteró la vocación de Uruguay con la integración regional, profundamente ligada a la necesidad de conformar proyectos regionales que busquen innovar, que contemplen un mercado ampliado y sean plataforma de inserción internacional.
Bustillo enfatizó que se requiere un Mercosur capaz de estrechar lazos con otros países y bloques. “No nos podemos permitir el inmovilismo”, dijo.
Sobre este punto, detalló que hay 11 acuerdos vigentes, de los cuales cuatro son extrarregionales, y que el último acuerdo comercial es del año 2011. Aportó como dato “no menor” que desde el año 2010 la Organización Mundial de Comercio registra 172 acuerdos de libre comercio y ninguno corresponde al Mercosur.
Añadió, asimismo, que no existe acuerdo con ninguna de las 10 principales potencias económicas y comerciales en el mundo y que con Asia, región de mayor crecimiento en los últimos años, hay en curso dos negociaciones, con Corea y Singapur, en tanto que con India hay un acuerdo de mínima significación económica. Asimismo, indicó que, de mantenerse esta situación, el “bloque estará condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia”.
Bustillo agregó que Uruguay insistió, en el semestre, en la necesidad de contar con un espacio de reflexión que permita una visión amplia e integral, con un análisis y revisión en los planos interno y externo del Mercosur.
Expresó que Uruguay identificó la necesidad de establecer mecanismos que permitan solucionar los obstáculos que distorsionan el comercio entre los Estados parte y que asegure el pleno cumplimiento de los principios consagrados en los tratados fundacionales del bloque.
Bustillo también remarcó que en 31 años no se logró consagrar una zona de libre comercio y que, por el contrario, prevalecieron las restricciones no arancelarias que impiden, de hecho, la libre circulación. “Si bien las restricciones perjudican a todos, las pequeñas economías son las que más se ven afectadas, profundizando aún más las asimetrías entre los socios”, sostuvo.
Consideró que el arancel externo común nada tiene de común, por lo que no existe tal arancel. “No somos una Unión Aduanera”, aseveró.
Señaló que el Mercosur pierde atractivo en el ámbito internacional y recordó que en 2019 se anunciaba la finalización del acuerdo con la Unión Europea, y que tres años más tarde surgen nuevas demandas por las contrapartes europeas que alejan la firma del acuerdo.
Bustillo afirmó: “Somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta”.
Además, en el cierre, remarcó la honestidad de las distintas oratorias de los cancilleres y la representación de las diferentes miradas respecto al bloque. Asimismo, manifestó que Uruguay no realizará ninguna acción que permita inferir que el país alimente el fin del Mercosur, y que, por el contrario, durante la presidencia pro tempore, Uruguay fue proponente hacia adentro del bloque y en materia de inserción internacional.
“Queda claro que nadie de nosotros pretende ni quiere romper el bloque”, concluyó.
Participaron, además, en la sesión el coordinador nacional de Uruguay ante el Grupo del Mercado Común (GMC), Enrique Delgado Genta; el presidente del Parlasur, Tomás Bittar; el representante permanente de Uruguay ante la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM), Enrique Ribeiro; el secretario del Tribunal Permanente de Revisión (TPR), Juan Manuel Rivero Godoy, y la directora ejecutiva del Instituto Social (ISM), Mariana Penadés.
La delegación uruguaya incluyó a la titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche; la directora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión; el director de la Asesoría Política Comercial, Juan Labraga; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, y el director general de esa cartera, Diego Escuder; el director de Asuntos Políticos, Ricardo González Arena, y su par de Asuntos Económicos, Ana Inés Rocanova.
Reunión ampliada de cancilleres del Mercosur
Durante el encuentro, realizado en horas de la tarde, el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, reiteró “el firme compromiso de Uruguay” con la integración regional. “Hemos basado nuestra gestión en el diálogo y el intercambio constructivo”, señaló.
Recordó que, desde los inicios del Mercosur, Uruguay se sumó con el objetivo de aumentar la integración, pero consideró que “no es concebible” que luego de tres décadas el bloque haya obtenido un magro resultado en materia de acuerdos comerciales con otros bloques y países. Esa situación de “déficit” se produce mientras en todo el mundo hubo un incremento del intercambio comercial, añadió.
El ministro uruguayo dijo que esa situación es contraria a la de los objetivos de la inserción internacional postulada por el Mercosur y recordó que Uruguay focalizó en la necesidad de abrir nuevos mercados. En ese sentido, consideró que ensanchar las bases productivas del bloque permitirá fortalecer sus fundamentos para escalar e insertarse, en forma eficiente, en los mercados internacionales con mayor dinamismo en el empleo y bienestar de la gente.
Para Bustillo, es necesario afrontar esa situación desde una reflexión sincera y adaptar la realidad del bloque a la realidad actual regional y mundial.
Además, se refirió a los avances en materia de educación, cultura y derechos humanos en el Mercosur “donde hubo resultados rescatables, pero con menos visibilidad”.
Recordó algunos de los ejes priorizados por Uruguay: temas sociales, infraestructura, justicia y seguridad y derechos humanos. Esos cuatros pilares fueron apoyados por los países miembros y Estados parte, y Uruguay realizó acciones en cada uno de ellos, en línea con los objetivos trazados.
Por ejemplo, destacó el trabajo del subgrupo 14 en materia de infraestructura, un espacio político y técnico que consideró provechoso para abordar una estrategia regional. Además, valoró la coordinación para combatir el ciberdelito y la macrocriminalidad mediante un seminario que permitió la articulación entre los países. En esto, el Mercosur deberá seguir trabajando, expresó.
Asimismo, el Foro de Consulta y Coordinación Política del Mercosur adoptó declaraciones conjuntas. La primera, referida a la ciberdelincuencia, destaca la necesidad de mejorar la coordinación, y la segunda, acerca de la cultura, expresa la preocupación del impacto de la pandemia de COVID-19 en ese sector. Además, el grupo aprobó un plan de trabajo para 2023 y 2024.
Bustillo agradeció a los países que apoyaron a Uruguay y destacó que la integración no es posible sin actitud cooperativa, sin asistencia entre sus socios y con respeto y diálogo mutuos.
En la instancia, también participaron los cancilleres de la República Argentina, Santiago Cafiero; de la República Federativa de Brasil, Carlos Alberto Franca; de la República de Paraguay, Julio César Arriola; y de la República de Bolivia, Rogelio Mayta Mayta.
También asistieron representantes de los Estados asociados, Chile, Colombia y Ecuador.
Firma de memorando entre Mercosur y CAF
Al finalizar la jornada, los países miembros del Mercosur aprobaron la firma de un memorando de entendimiento con la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
El objetivo es establecer un marco general de colaboración entre CAF y Mercosur para elaborar un programa de trabajo de cooperación regional que defina las modalidades de asistencia técnica y financiera, incluyendo la identificación conjunta y ejecución de proyectos en las áreas específicas de mutuo interés.
Este acuerdo explorará oportunidades de trabajo conjunto en infraestructura con enfoque en la sostenibilidad, integración productiva, transformación digital, inclusión, equidad e igualdad de género.
Un ejemplo de esta alianza será la construcción del puente internacional sobre el río Uruguay entre Monte Caseros y Bella Unión. La infraestructura medirá 1,5 kilómetros de largo y será el cuarto punto de conexión entre Uruguay y Argentina.
La suscripción fue realizada en la Sala de Presidentes del Edificio Mercosur. Firmaron los cancilleres de Uruguay, Francisco Bustillo; de Argentina, Santiago Cafiero; de Brasil, Carlos Alberto Franca, y de Paraguay, Julio César Arriaga. Por la CAF, hizo lo propio el presidente de la institución, Sergio Díaz Granados.