Con la participación de más de 30 expositores y productores de todo el país y cerca de 100 variedades de tomates que pudieron degustarse en la Tercera Cata Nacional de Tomates, el evento se celebró este fin de semana y fue considerado por el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, como “un verdadero éxito”.
La actividad comenzó el viernes 3 de febrero cuando los asistentes pudieron degustar los tomates en varios locales gastronómicos en el circuito conocido como “Tomate a la mesa”; mientras tanto, el sábado 4, la actividad se trasladó a la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú.
En esta edición, organizada al igual que los últimos años por la intendencia y el Bureau Paysandú, contó con un evento innovador: viajes en tren con el apoyo de AFE. Parte del público pudo llegar al predio en este medio de transporte; las salidas se daban cada media hora desde la estación de la ciudad. Pero el éxito fue tal que en poco tiempo se agotaron los lugares y dejaron de venderse los tickets.
Como ocurrió en las anteriores ediciones, el protagonista fue el tomate, y durante los dos días el público pudo descubrir cómo sabe un tomate antiguo y cómo queda si se combina con miel. Asimismo, se tuvo la posibilidad de conocer variedades exóticas como el tomate tigre o el corazón de buey.
El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, aseguró que esta edición “superó las expectativas” y destacó la calidad de los productos, todos ellos orgánicos, así como también resaltó la labor de los productores, que pese al déficit hídrico que afecta a todo el país, pudieron cosechar los tomates y brindar al público los mejores productos.
“El factor productivo es muy importante en este evento, así como también lo que tiene que ver con lo gastronómico, que busca exaltar la creatividad y la innovación, preparando platos con tomate. El año pasado se hizo el chajá de tomate. La idea es mostrarle a la gente que se puede comer el tomate de otras formas”, expresó Olivera.
El intendente contó que este evento es un gran dinamizados de la economía, ya que además de la movida gastronómica, hay puestos que venden productos orgánicos y artesanías y la hotelería se ve colmada, así como los paseos turísticos con los que cuenta Paysandú, como el recorrido de 40 minutos por el Río Uruguay a bordo de la embarcación Heroica I.
Por su parte, para Fermín Farinha, secretario general de la comuna sanducera, el evento “ya está instalado en el departamento como uno de turismo interno, de producción y de desarrollo”.
Aseguró que la Cata Nacional de Tomates no solo consolida a la ciudad como un escenario de eventos y congresos, sino que se incentiva y visibiliza el trabajo de productores agroecológicos de todo el país, en particular de quienes se dedican a la producción de variedades antiguas de tomates, escasamente conocidas y comercializadas.
“Claramente es un mojón muy importante para Paysandú y la región en lo que tiene que ver con la oferta turística. Es un evento que ya está instalado en el departamento y que congrega a muchos turistas, quienes vienen especialmente a probar lo que es la cata, así como las variadas ofertas gastronómicas innovadoras, con experiencias y propuestas originales”, sostuvo Farinha, y contó que la capacidad hotelera durante el fin de semana se ubicó en un 80% de ocupación, “lo cual es positivo para dinamizar la zona y generar posibilidades de empleo que tanto lo necesita el país y Paysandú”.
Esta edición, de acuerdo a Farinha, fue desafiante para los productores debido al déficit hídrico y destacó el “esfuerzo” que tuvieron que hacer para poder sumarse a la iniciativa.
El secretario general de la intendencia destacó también las distintas catas que hubo en el evento: una científica junto a la UTEC en la que se analizan los atributos sabor, textura y apariencia, y otra “kids” para los más pequeños junto al cocinero Diego Ruete. Hubo también cocina en vivo y desafíos de preparar postres que incorporaran, además de la fruta protagonista, la miel, un factor innovador en esta edición, que comparte periodo de cosecha con el tomate.
Más allá de lo gastronómico, el evento tuvo charlas con expertos en donde se abordaron temáticas referidas a la agroecología, talleres del INIA, espectáculos de música en vivo a cargo de artistas nacionales y una feria sustentable con la mejor selección de productos locales.
El productor Alberto Castañero, quien hace 12 comenzó a coleccionar semillas de tomates antiguos y cuenta en su haber con más de 300 distintas, aseguró que este año fue “un viaje por los sabores” que incluyó variedades de tomates que se producen con el apoyo de la Intendencia y de “gente que apuesta a esto” aunque al principio resultaba muy inusual. “La gente se pudo encontrar con sabores que no conocían hasta ahora”, destacó.
Y agregó que “cada año el evento y la participación de productores y cocineros crece de forma exponencial”.
“Estas instancias son importantes porque son momentos donde se ve el trabajo que hace el productor, el sacrificio que hay para lograr tener 100 tomates del mismo tipo en el mismo momento. Es una hortaliza que no se puede almacenar, por lo que es un trabajo muy demandante y estresante que comienza en junio con la preparación del suelo, desmalezando y aún no ha terminado”, sostuvo el productor.
Aseguró que en esta oportunidad se eligieron “muy bien” las variedades de tomates y afirmó que todas estaban en el momento exacto para consumir.
“Hay más de 600 variedades de semillas de tomates en el país. Estas instancias permiten encontrarnos con semillas e historias, porque cada semilla siempre suele venir con una historia”, expresó Castañero.