La comuna fue sancionada con una multa superior a los 40.000 dólares y deberá iniciar un proceso de “restauración pasiva” en la zona afectada. La Agrupación Vecinal del Arroyo Maldonado advirtió que seguirá de cerca el cumplimiento del dictamen, según informa La Diaria.
El Ministerio de Ambiente (MA) ratificó que el vertido de residuos realizado por la Intendencia de Maldonado (IDM) en el humedal de los arroyos Maldonado y San Carlos fue irregular, e intimó a la comuna a reparar los daños ocasionados. Esta información fue confirmada por la Agrupación Vecinal del Arroyo Maldonado mediante un pedido de acceso a la información pública.
A fines del gobierno nacional anterior, técnicos del ministerio ya habían elaborado un informe en el mismo sentido, pero fue descartado por el entonces director nacional de Calidad y Evaluación Ambiental, Eduardo Andrés. El jerarca respaldó la versión oficial de la IDM y se limitó a solicitar que se “incrementara la selección” de los escombros vertidos.
Con la asunción de las nuevas autoridades ministeriales, se ordenó la elaboración de un nuevo informe y se llevaron a cabo inspecciones adicionales. Los resultados coinciden con las conclusiones de los técnicos de la administración anterior y con múltiples denuncias presentadas por vecinos del humedal, así como por académicos de la Universidad de la República.
El nuevo informe técnico, elaborado en marzo por la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea), constató la disposición de escombros, plásticos, residuos electrónicos, chatarra y otros “materiales contaminantes en un área de altísimo valor ecológico”.
El vertido de residuos “se agravó” desde la primera inspección, ya que la superficie ocupada es mayor e incluso “una laguna ha sido completamente tapada”, advierte un análisis del Departamento de Control de Industrias, Servicios y Saneamiento (DCISS) del ministerio.
En este sentido, el informe ratifica que el vertido en esa zona es inadmisible, dado que genera una afectación directa al humedal, comprometiendo la calidad del suelo, el agua y la biodiversidad asociada a un ecosistema de alto valor ecológico.