Ofrece instrucciones sobre la forma de hacerlo correctamente para prepararse para una carestía o un apagón.
«Se necesitan cada día dos litros de agua por persona y alimentos que reúnan 2.200 kilocalorias por persona», recita Clara, de 9 años, que tiene la lección bien aprendida. En el colegio han estado hablando de la nueva recomendación del Ministerio de Interior a la población alemana: aprovisionarse para al menos diez días. «Yo no soy partidaria de almacenar, ya aprendí la lección durante la pandemia. Nunca faltaron suministros», admite su madre, una dependienta del berlinés distrito de Charlottenburg, «pero si los niños vienen a casa preguntando dónde están nuestras provisiones, te lanzas al supermercado, aunque solo sea para que no se asusten por pensar que no estamos preparados».
Para las personas reacias a almacenar, el Ministerio de Interior (Essen und Trinken bevorraten) expone sus razones.
«Es posible que esté pensando en la serie ‘Apagón’ o en la cuarentena durante la pandemia. Así es, estos son dos ejemplos en los que el almacenamiento es útil. Porque en caso de un apagón a gran escala, debido al corte de energía los supermercados y gasolineras estarían cerrados. El refrigerador y el congelador también fallarían y, dependiendo de las condiciones regionales, tampoco saldría agua potable por el grifo», explica la página web oficial, «un aprovisionamiento de alimentos y bebidas ayudaría a durante el tiempo que tarde en comenzar la ayuda estatal». La sugerencia ha sido subrayada por la ministra Nancy Faeser en varias apariciones en público.
Recomiendan una red vecinal de apoyo
Se recomienda a los alemanes tener en mente u organizada una red comunitaria de apoyo entre vecinos, conocidos o familiares que pueda ser activada en situación de crisis, pero aún así «tener suministro en casa aportará seguridad y flexibilidad en la organización de esa red de apoyo». «Incluso sin una orden de cuarentena, un stock ha demostrado ser especialmente útil para las personas de riesgo durante la pandemia de coronavirus, porque pudieron reducir la frecuencia de sus compras y por tanto los contactos y posibilidades de infección. El documento de la Oficina de Protección Civil en Catástrofes se refiere también a la utilidad de este tipo de aprovisionamiento en circunstancias de clima severo, inundaciones, calor extremo, fuertes nevadas o condiciones resbaladizas». «Y por último, pero no menos sorprendente, puedes recibir una visita por sorpresa en la que estés feliz si tienes algo que ofrecer a tus invitados», añade.
«Me recuerda a mis años escolares, en la Guerra Fría», dice la señora Hansen, que fue al colegio de los Jesuitas de Berlín, el Canisius College, y rememora los consejos que entonces recibían en las aulas, «nos aconsejaban aprovisionarnos de otros productos, claro, como la leche en polvo y el carbón, porque entonces no había tantas latas de comida preparada como ahora, pero nunca nos hablaron de almacenar agua potable».
Ahora, sin embargo, el suministro de bebida se considera más importante incluso que el de comida. «Para un suministro de diez días debe contarse al menos con 20 litros por persona», aconsejan las fuentes oficiales, que añaden «un contenido líquido para cocinar de medio litro diario» e insisten en la necesidad de ir renovando constantemente el aprovisionamiento, es decir: no comprar los productos y dejarlos almacenados sin tocarlos, sino ir consumiéndolos a medida que se van sustituyendo por la compra de otros con la fecha de caducidad más avanzada. «Comprar un paquete más en cada compra», apuntan como método, en lugar de realizar grandes compras específicas para almacenar.
«Debemos tener mucho cuidado con esto», advierte sin embargo el economista y profesor de Ciencias Aplicadas para la Economía en Múnich Christian Chlupsa, «supongo que el Ministerio tiene buena información y solo espero que hayan hablado primero con el comercio minorista, para que esté preparado, porque podemos volver a ver comportamientos de manada como los que llevaron a la escasez de papel higiénico o el aceite». «Ya estamos todos en una situación un poco al límite y tales recomendaciones desencadenan temores, mi esperanza es que la recomendación se haya hecho porque la situación es realmente grave».
ABC