La Escuela Nº 6 de Pan de Azúcar atraviesa una situación crítica y la Comisión de Apoyo continúa a la espera de respuestas por parte de las autoridades. Hace más de un mes se presentó una nota ante la inspección departamental de Educación Primaria, acompañada por 229 firmas de familias y vecinos de la comunidad, sin que hasta el momento se haya obtenido una contestación.
En diálogo con el programa Radio con Todos de RBC, Emilia Martínez —madre de una alumna e integrante de la comunidad educativa— manifestó la preocupación de las familias.
“Seguimos esperando respuestas. Nuestros hijos merecen un mejor lugar”, expresó.
Martínez explicó que la nota pública fue la última acción impulsada por los padres, luego de meses intentando avanzar por las vías formales. Señaló que, desde la Comisión Fomento, se propusieron refaccionar la batería de baños ubicada en la zona nueva de la escuela.
“El municipio donó los materiales, que están allí desde abril. Solo necesitamos la firma de la arquitecta para autorizar la obra, que sería financiada con fondos recaudados por la escuela en festivales. Pero no hemos recibido su visita desde mayo, cuando presentamos la solicitud”, indicó.
A esto se suma un largo período sin refacciones estructurales por parte de Primaria. Las mejoras que requiere el centro educativo son de gran porte, por lo que los padres no pueden realizarlas directamente. “Los baños, por ejemplo, mejorarían mucho la comodidad de los alumnos. Evitaría que los más chicos deban alejarse de sus maestros y que los demás se mojen en días de lluvia para ir al único baño operativo”, agregó.
La situación del patio también es crítica. Desde hace dos años existen problemas tras la extracción de un ibirapitá, trabajo que requirió la intervención de Bomberos y que agravó daños en el piso. Además, otro sector presenta un muro con “peligro inminente”, lo que limita los espacios de juego.
Martínez señaló que, pese a los esfuerzos de la Comisión, este año fue difícil avanzar debido a la rotación de directores por licencias médicas y a la lentitud del proceso burocrático. “Las reparaciones que necesita la escuela son grandes y requieren autorización. Nosotros no podemos intervenir sin ese permiso”, remarcó.
Consultada sobre la respuesta de las autoridades, fue contundente:
“No recibimos respuesta. La comisión pidió una reunión con la inspectora, pero nos dijo que esos temas debían tratarse con el maestro director. Y este año la escuela funcionó como pudo, con cambios constantes en la dirección. Estamos molestos, preocupados y desganados con un sistema que no aporta soluciones”, lamentó.
